Tres días pasaron hasta que la vi de nuevo.
Tenía grandes ojeras, y sus ojos estaban llorosos.
Quise preguntarle qué le sucedía, por qué estaba así, quise no ser un maldito enfermo; pero no pude, jamás podré.
Solo la miré con tristeza desde la otra punta del parque donde estábamos y me paré para entregarle la carta que le había escrito, pero en ese momento ella se levantó también y se acercó a mí antes de que pudiera hacer algo.
Mi corazón se detuvo.
Sonriendo una vez más, con falsedad pero sin malicia, como siempre hacía, me tomó de la mano y cuando me soltó encontré un papel en el que, debajo de ese "cuéntame historias" escrito en mi propia caligrafía se leía claramente, en birome rosa de brillos, un "lo haré".
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"Cartas a Sophie" Concurso Onix.
Short StoryDonde Matthew no habla con nadie excepto con los papeles en donde escribe, los lápices con los que dibuja, y Sophie.