Capítulo catorce.

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Narradora

Las risas resonaban en toda la habitación, y comentarios burlescos las compañaban.

Esta vez Alejandro estaba sólo en su aposento, pero se comunicaba con su amigo con su celular.

- Willy, ¿Llevas ropa interior? - preguntaba Alejandro recostándose en la cama.

- Ajá...

- Tu cepillo de dientes, tus lociones, zapatos.. Comida...- Decía el azabache en forma de lista, intentando ayudar a su amigo a preparar su maleta.

- Sí, todo... Menos comida, deja de pensar en eso, lo has dicho como seis veces - Se escuchó en la otra línea.

- ajá... - Sonrió y preguntó inocente- ¿Condones? - Claramente logró escuchar como su amigo gritaba de vergüenza y remarcaba que no los necesitaba - No quiero tener un nieto...- Soltó una de sus típicas risas apostando que Guillermo estaba tan sonrojado.

- Chaval, sabes que no me gustan las tías...

- ¿Cuando dije que tu embarazarías? - Y fue ahí que las maldiciones y tartamudeos se hicieron presentes por parte del chico de ojos rasgados.

- ¡Tú siempre serás el de abajo! - Gritó Guillermo y colgó rápidamente dejando aturdido a Alex con aquel grito.

- Idiota... - Un enrojecimiento en su rostro se hizo presente.

Miró su techo pensando el porqué siempre debía de ser el sumiso, y de ahí recordó que Frank seguía enojado con él, después de una semana, y ahora quería seguir insistiendo que lo disculpará...

- Alex...- Se sobresalto al oír la voz de su novio y llevando su mano a su cabello sonrió.

- ¡Dios! Me diste un buen susto - murmuró dedicando una sonrisa.

Frank camino hasta él despacio, Alejandro sintió una gran calidez rodeando su cuerpo; lo había abrazado.

- Perdón - El más alto comenzaba a arrepentirse por su mal comportamiento que había tenido en los últimos días.

- No importa, ahora estamos bien y eso me entusiasma - dejando un beso en su mejilla lo miró y en su rostro una cálida sonrisa mostraba.

- Te quiero mucho pequeño - Dijo depositando un beso en la frente del otro.

- Igual yo... Ahora, prepara tu maleta, que falta poco para que te vallas...

Ordeno de manera triste pero su sonrisa seguía.

- Nah, ya la hice... Fue cuando, peleamos y te fuiste a dormir al sillón... - río avergonzado y lo abrazo más fuerte oliendo un dulce aroma a frutas en el cabello castaño.

- Ahhh... Entonces pasemos estos momentos así - Comenzó a acurrucarse en el pecho de Staxx y esparcía besos en su cuello.

Y así se la pasaron las tres horas; en un silencio para nada incomodo y en puras demostraciones de cariño. La hora llegó, y tenían que ir al aeropuerto pero antes ir por los demás en el auto de Alejandro.

Primero fueron por Guillermo que decía frases que avergonzaban a la pareja.

- Entonces... Staxx, ¿Le dejaste un buen recuerdo a Alex ahorita? - Preguntaba Willy - Digo... El pobre no tendrá con quien hacerlo en tres días...

Los colores en los rostros del Staxxby eran sorprendentes.

- ¡Esta bien! - exclamó Alejandro - Ya no te diré nada de que serás el de abajo con Vegetta - contraatacó riendo a carcajadas mientras que su novio moría de la pena.

Enamorado de mi ex.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora