Capitulo 1.- La mansion de Miku.

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Ella muy feliz te abrazaba, y sonreía feliz en ese momento. Dejó de abrazarte, y sin decirte nada, hizo lo que solía hacer a veces, te tomaba de la mano y empezaba a correr. Tu le seguiste el paso sin saber muy bien lo que hacía ella.

- Miku...! Que pasa, por que sales así tan derrepente!- dijiste sonriendo y entreriéndote.

-oh...lo siento [...], sólo me emocioné un poco.- pararon un segundo y empezaron a caminar.

Llegaron a una esquina, en la que los esperaba... Una limocina? Así es, Miku te invitó a subirte. El vehículo partió, y ella tomó su teléfono, y notaste que hablaba por mensaje de texto con Len. No le diste importancia, por lo que te apoyaste en el marco de la ventana el resto del viaje. Cuando la limocina paró, notaste que vivía en una mansión. Todo sólo para ella? Muy raro. No te hacía sentido por que ella no podía estar sóla, por lo que al salir del vehículo le preguntaste.

-Miku...no entiendo por que no podías venir sola.- diste la vuelta a la larga limocina para ir al otro lado y estar junto a ella.

-Bueno, es muy simple, muchas veces la gente viene aquí a acosarme. Necesito a alguien que esté conmigo para que nada pase.- dijo eso mientras te miraba con las llaves en la mano abriendo la puerta.

Dejaste que ella entrase primero cuando abrió la puerta, y cuando avanzaste tu, notaste que era mucho más grande de lo que parecía por fuera, era como del porte de la escuela todo para ella. Empezó a caminar dentro, y te hizo una seña con la mano para que la siguieras. Empezaron a subir unas escaleras cortas, en las que arriba había una puerta. Ella corrió a esta y la abrió dejándote pasar. Resultaba ser su cuarto, tenía el suelo blanco, con una alfombra celeste, cama, paredes celestes, postres de ella, etc. Miku fué a sentarse en un sofá dentro de la habitación y tu la acompañaste.

-Que divertido que estés aquí conmigo [...]!...tus padres no te dicen nada por llegar tarde?- ella te miraba fijamente mientras jugaba con una de sus colitas del cabello.

- la verdad es que mis padres siempre viajan durante uno o dos meses, y siempre nos cambiamos de casa. Prácticamente mi madre es la niñera, pero no nos hablamos nada.- le dijiste sonriendo, y sin darte cuenta poniendo tu mano en su pierna, más abajo de su falda. Ella se sonrojó por eso pero tu no te diste cuenta.

- Bueno...ahora que somos amigos un poco cercanos...tengo una pregunta que hacerte...usualmente los chicos como tu se meten con las putas y chicas lindas...nunca nadie quiere ser mi amigo por que dicen que sólo soy una figura de la televisión bastante extraña...- dijo aún sonrojada y algo triste, mientras tu notabas que sus ojos estaban llorosos, y por eso pusiste tu brazo al rededor de su cuello.

-entonces ellos son unos idiotas. Eres una chica muy divertida, y no digas eso de que "sólo con las chicas lindas y todo eso", por que si ellas son lindas no sabría decir que eres tú.- al decirle eso, notaste que te adelantaste un poco, sin embargo ella no supo responder. Miraste a su teléfono, que estaba en el sillón y notaste que en una notificación aparecía que Len le enviaba un emoticón de una carita besando.

Miku un poco avergonzada, mira a otro lado, y susurra que tiene hambre y que la sigas. Estaba muy avergonzada por lo que dijiste, y tu tenías un leve sonrojo. Se paro tomando su celular y tu la seguías, bajaron esas escaleras, y llegaron a una enorme cocina. Sacó galletas y jugo de un mueble. Lo sirvió todo bastante pensativa y sin decir nada. Luego caminó a otra habitación, que resultaba ser un cuarto de juegos. Ella prendió una televisión ya menos extraña, y tu notaste que era un karaoke. Ella tomó una galleta y volvió a sonreír.

- Juguemos a esto, es muy divertido...!- ella emocionada, elejía una canción para ella.

-tal vez lo es para tí por que eres buena. Pero de todas maneras lo intentaré...- te pusiste a su lado sin hablar mientras ella cantaba con el micrófono en la mano.

[Pasaron varias horas de diversión y dieron las 9:30 de la noche]

Miku transpiraba, igual que tu, pero se habían divertido un montón. Miraste la hora notando que estaba oscuro, empezando a preguntarte como volver a casa.

-Miku, tienes algún chofer o algo que me lleve a mi casa...ya es un poco tarde...- dijiste sonriendo con la mano izquierda en la nuca. Ella te miró un poco enojada, pero sólo de broma.

-Tonto, puedes quedarte aquí hasta mañana [...]!- tu pusiste una expresión normal, pero por dentro estabas muy alegrado por esa invitación. - ven te daré un pijama, dormidas en el sofá de mi cuarto!- ella corrió emocionada a esas escaleras, entrando de nuevo a su cuarto. Abrió un armario gigantesco con mucha ropa, y te entregó un pijama rosado.- Disculpa si no te gusta...es de una amiga, y no quiero prestarte los míos...- se río después de decir eso y tu también.

-Tranquila, no me molesta...! Es para quedarse aquí, no?- el pijama olía bien, o bueno, más que nada olía a chica. Lo miraste, y sin darte cuenta ella te echó de la habitación empujandote, seguramente para cambiarse.

Notaste que al cerrar la puerta, había un espacio entre la puerta y el marco que te permitía ver sin que ella lo notase. Como buen pervertido, no dudaste en mirar. Ella desabrochaba la camisa, y soltaba su corbata. Se sacó ambas, quedando sólo en falda y con el sujetador. Bajó su minifalda, quedando sólo en ropa interior. Sus bragas eran igual como las habías visto más temprano. Se dio vuelta, quedando de espalda, mientras tu te quejabas por dentro que no la verías. Se quitó el sujetador, y se puso el camisón de pijama. Se quitó las bragas, pero como el camisón de pijama era largo, no pudiste ver su culo. Se puso el pantalón del pijama, y empezó a caminar a la puerta. Tu te alejaste del hoyo, y te pusiste apoyado en la pared para disimular. Al menos la viste en ropa interior, no? Abrió la puerta, y al verte giro la cabeza a un lado.

-no te cambiaste en todo este tiempo, [...]? Bueno, no importa, hay un baño por allí.- apunto a una puerta, y tu fuiste a ella. Al entrar, notaste que era un baño muy lujoso, con ducha de mármol, un jacuzzi y una tina enorme, y todo parecía muy caro. Empezaste a cambiarte, y luego fuiste de nuevo a su habitación.

Ambos se acostaron, ella te pasó unas mantas y ambos se durmieron.

[Más o menos dos horas más tarde escuchaste su voz despertarte.]

- Hey, [...] estás despierto?...no puedo dormir. Se que lo que voy a preguntar será raro pero... Puedes dormir conmigo, junto a mí?- aún que tu no la podías ver ella se sonrojó.

-Yo...Miku...Te das cuenta de lo que me estas pidiendo?- estabas festejando por dentro, pero no querías parecer tan pervertido. Ella tomó su teléfono otra vez, y como movía sus dedos notaste que estaba chateando. Dejó eso casi al instante, y te respondió.

-lo sé, nadie tiene que saberlo...sólo será como amigos...- sin decir nada caminaste a su cama, ella te hizo un espacio y ambos se acomodaron a los extremos de la cama sin tocarse para que no se viera raro.

A la otra mañana al despertar, ella estaba en tu espalda abrazándose, ambos de lado. Preferiste no moverte para no arruinar el momento.

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⏰ Última actualización: Nov 09, 2015 ⏰

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