Modest! [Harry Styles]

No te preocupes

— Ha-Harry — susurro con la voz ahogada, contestando la llamada que tanto había estado esperando.

— ¿Brenda, cariño? ¿Estas bien? ¿Donde estas, pequeña? — susurra la voz preocupada de Harry lo que causa que mi corazón se agriete con tan solo oírlo. Las lágrimas empiezan a salir una vez más.

— Y- yo, n- no se na- nada. S- solo, por favor, yo, yo — nas lágrimas no me dejan hablar, siento como me ahogan y me asfixian sin piedad alguna.

— Dios, amor, me estas preocupando. ¿Donde estas? Voy por ti enseguida. Calmate, shh. — murmura él y oigo como hay ruido a su alrededor.

— Estoy a unas cuadras de casa. En un café. — anuncio antes de que las lágrimas vuelvan a dejarme sin hablar.

— Esperame adentro, iré enseguida.

Y con eso corta la llamada.

Me quedo congelada un segundo en mi lugar. No hago ni digo nada. He quedado más que pasmada. Nada de esto lo veía venir y ahora, bueno ahora no sé que hacer con mi vida.

Pronto Harry entra al local. No lo he visto aún pero se que es él. Lo siento debido a su curiosa mirada que recorre todo el lugar en busca de alguien en especifico y esa soy yo.

— Brenda, aquí estas. — escucho un resoplido a mis espaldas, no quiero ni voltear para verlo.

— Ho- Hola — saludo sintiéndome estúpida al instante.

— ¿Estas bien? — pregunta él moviéndose para quedar en frente mio. Yo asiento pero el suspira, sé que no me cree. Toma asiento en frente mio viendo el local — esta muy lindo el lugar.

— Sí

— Me gusta el ambiente. ¿Como ha ido tu día? — vuelve a intentar sacar información pero creo que sera imposible debido a que mi mente no esta procesando todo de la mejor manera.

— Bien.

— Deja de hablar en monosílabos.

— Okay.

— Lo haces de nuevo.

— Lo lamento.

— ¡Basta! Dime de una buena vez lo que esta pasando, me estas matando. — ruega exasperado.

Justo cuando estoy por hablar el mesero llega a la mesa preguntando por lo que Harry tomara.

— Lo mismo que ella. — responde mirándome primero a mí y después al muchacho. Su mirada ed clara en el mensaje que quiere dar: largo de aquí.

El muchacho entiende el mensaje y rápidamente se mueve abandonando nuestro lado para escabullirse por la cocina, seguro asustado por la mirada amenazante de Harry.

— Has asustado al muchacho. — digo después de algunos tortuosos segundos en los que nadie dice nada.

— Después le daré una buena propina. Ahora, habla por favor. — su tono es cauteloso mientras no despega la mirada de mí.

— Harry, paso lo peor que pudo pasar. — murmuro y a la mitad de mis palabras ya por naturaleza inestables se entrecortan y tengo que respirar para evitar que la lágrimas salgan de mis ojos antes que termine de hablar.

— ¿De que me hablas? — vuelve a cuestionar mirándome extrañado.

— Ma- mamá —, una lágrima se escapa de mis ojos y juro que intento pararla pero al hacerlo es inevitable que más y más lágrimas salgan rápido de mis ojos.