Amigos con derechos

Cap. 5

"Creo que no podre"

Le mande mensaje maso menos como a las 6:30 de la tarde y su ultima conexión me marcaba a las 5:30, muy bien no contestara en seguida.

5 minutos después recibo una llamada y es de el.

-¿Como que no puedes mañana?- era el en sus estado de pánico combinado con enojo y tristeza.

-Veras, tengo proyectos que hacer y no creo que me de tiempo, a menos que lo hagamos mas temprano.

-¿Que es temprano?

-Pues temprano

-¿A que hora?

-No se a las 3:05, mejor lo hacemos el viernes con mas clama

-¡No!, mañana - Hizo una pequeña pausa- ¿Pero hay gente a esa hora?

-Es a esa hora o el viernes tu dices, de todos modos te mando mensaje cuando ya valla.

-Esta bien, mañana te veo entonces.

-Si, bye.

Carajo no puedo zafarme de esta, como dicen si juegas con fuego puedes quemarte y es justo lo que estoy haciendo ahora.

"Tu dices a que hora"

Ya eran cuarto para las 3 y yo aun no tenia algún plan para ir con el y que mis padres y compañeros no se percataran de mi ausencia y para colmo el trabajo lo haremos en una de las mesas de la cafetería, mas vigilada por mis padres no puedo estar.

Así que hice lo que jamas he hecho con el, fallarle. Tome el celular y marque su numero.

-No puedo ir, ya es tarde y aun no acabo el proyecto.

-¿Es neta?

-Lo siento, pero te explique ayer y te dije, mejor lo hacemos ma.... 

Y me colgó.

Apague el celular y mande a la verga todo, pero no pude, así que invente una excusa para salirme e ir a buscarlo, no has cambiado nada.

Corrí a las canchas de voleibol donde debería estar pero no estaba, así que me dirigí al salón donde lo habíamos hecho antes, tampoco estaba. Baje antes de que me viera algún profesor.

Regrese por el mismo camino y ahí estaba, jugando, cruzamos miradas pero el me ignoro, se enojo.

Le mande mensaje en la tarde, pidiendo disculpas, estaba en linea, se encabrono.

Ya se le pasara, siempre hace berrinches, mañana le hablare normal, todo se solucionara.

-Hola- me acerque y lo tome del brazo, pero de un empujón me quito del camino.

Y me quede ahí como la estúpida que soy, no hice nada, solo cerré la boca, contuve las lagrimas y regrese a mi asiento.

No otra vez.