El Último Legado ©

Prefacio

Prefacio

"Todos tenemos luz y oscuridad en nuestro interior, lo que importa es qué parte elegimos potenciar. Eso es lo que somos en verdad" -Sirius Black

Hace mucho tiempo fue que comenzó esta historia, tanto tiempo atrás, que sólo quedan pocos de los que presenciaron lo que desencadenarían la situación actual, pero nadie quería hablar.

Una historia con seres mágicos, de esos que piensas que existen sólo en los cuentos que tus abuelos y padres te contaban, o en tu imaginación, pero no, ellos son reales. Todos vivían en absoluta armonía hasta que la guerra estalló y con ello se llevó cualquier signo de paz que existía hasta el momento. Eran tres bandos: sometidos, blancos y negros; los primeros no participaban de la guerra estaban en total desacuerdo, mientras que los otros dos eran enemigos. Pero en medio de tanta confusión: ¿Quién decía la verdad? ¿Quién era el bueno allí? ¿Por qué todo el mundo guardaba secretos?

Inglaterra, mucho tiempo atrás...

En el Alnwick Castle, el príncipe se encontraba en su trono, observando atentamente a su alrededor, una fiesta anual de celebración. Cuando notó que no lo miraban, se escabulló y descendió por los pasillos, cruzó las mazamorras, internándose en las profundidades de su hogar, cuidando que no lo sigan. Necesitaba un lugar privado, donde nadie pudiera escuchar su conversación, sabía que Esteben debía estar allí, y no se equivocó ya que al abrir la puerta lo primero que vio fue la cabellera rubia del mismo; cerró la puerta de la pequeña habitación secreta para poder hablar tranquilos, dudaba que así sea porque el cabello de su amigo estaba tan despeinado por sus nervios. Éste levantó la vista hacia el recién llegado y le dedicó una pequeña mueca que simbolizaba una sonrisa y habló...

-Llegaste... -Se notaba en sus ojos lo cansado y nervioso que estaba- ...Descubrí lo que me pediste.

-Dime que significa Esteben. –El recién aludido miró a su amigo con pena.

-Prométeme que si te lo digo, huirás, lejos donde nadie te encuentre. –Suplicó el rubio.

-Eso significaría dejar a Bianca Alaia y a ti también, no puedo hacerlo.

-Si no lo haces te matarán. –Poco le importaba al príncipe su vida lejos de ellos dos y Esteben lo sabía, así que tendría que encontrar otro motivo por alejarlo lo suficientemente lejos para que nadie pueda encontrarlo y matarlo, esas marcas eran una bendición pero juntas una maldición, y nadie querría que eso suceda, antes, lo matarían y el no permitiría que eso pase, así tenga que secuestrar al príncipe y llevarlo él mismo.

-Mi vida me importa poco lejos de ustedes, si tengo que irme, vengan conmigo. –Renunciaría a su trono, pero jamás a su amor y a su mejor amigo, que era como un hermano, no después de todo lo que le había tocado vivir, perder a su madre y hermanos en manos de los enemigos fue duro, lo peor vino después, cuando tuvo que vivir sin ellos, pero allí estuvieron sus amigos y Esteben que era su hermano, gracias a él y su reducido grupo de allegados pudo sobrellevar la situación, sino, él no estaría ese día ahí, no iba a dejarlo por más que estuviese él en peligro, ya había perdido mucho.

-Si nos vamos los tres nos encontrarán. Debes alejarte de ella, sólo empeorarán las cosas –Rubio y morocho se enfrentaban, ojos azules contra grises con pequeños detalles en dorados, batallaban para ganar esa discusión.