Diario de una chica suicida©

Capitulo 3

Meto la llave en el cerrojo pero cómo es habitual, la llave gira, pero la puerta no se abre si no es desde dentro.
-Shaila, avisa si alguien viene.
-¿Que vas a hacer?
-Tu solo avisame
-Emm...vale
Miro hacia los dos lados para asegurarme de que nadie viene y le pego una patada a la puerta, ha hecho mucho ruido pero por lo menos se ha abierto.
Entramos y no hay nadie cómo suponía, me dirijo a mi silla en la penúltima fila. Tiro mi mochila por ahi, me siento, pongo una pierna encima de la silla y la otra en la mesa.
Empiezan a entrar todos y a hacer piña (asi es cómo llamo yo a la gente que hace grupito y se pone a cuchichear)
-Riley, baja las piernas-me dice Shaila en la oreja-te estan mirando.
-Me da igual.
-Vale, voy a ir a el baño, y de paso a ver si me cruzo con la profesora de naturales.
-Vale, yo estaré dando una vuelta por el pasillo a ver si así alejo las miradas.
Shaila se levanta y se va, me cuelgo la mochila (porque no me fio de dejarla en clase sin que nadie me la vigile) y salgo de clase. De camino a mi taquilla, una chica de algún curso más me empuja hacia la taquilla de alguién y justamente una persona estaba abriendola.
-¡Tu gilipollas! ¿¡porque te pegas a mi eh!? ¿¡esque necesitas empotrarte a alguién o que!?-dice el chico corpulento que estaba en la taquilla.
-Yo...mira lo siento mucho, me han empujado y me he chocado, ya esta-digo bastante confiada.
-¡Una mierda puta, tu lo que me tienes són ganas!
-Si, sobretodo a ti, no te jode.
-¡Cuando te pille te juro que te arranco los tatuajes y los piercings emo friki de mierda!-no puedo evitar girarme para pegarle.
-¡Emo friki será tu puta madre!-me lanzo y le inflo a patadas y a hostias, pero se acercan dos chicos más y me cojen para que no le pegue y dos más que le cojen a él.
Me consigo soltar y sigo andando hacia mi taquilla.
Cojo mi libro de naturales y voy de vuelta a clase.
Desafortunadamente, la profesora ya está allí. Todos me señalan y empiezan a gritarme cosas cómo "emo, friki, esperpento..." lo que hace que me enfade y salga de mala hostia de la clase.
-¡Eh tu! ¿dónde te crees que vas señorita?-dice la profesora.
No le contesto y sigo andando hacia la puerta.
-Te he preguntado algo- y me coje el codo, lo que hace que me gire y le meta una guantada-¡al despacho del director ya! ¡y ya me ocuparé de que te den tu merecido, tanto aquí, cómo en tu puta casa!
-¡Me importa una mierda lo que tu me digas!-y ahora si que me puedo marchar "tranquila"