Todo era especial, era mágico, quizá yo estaba demasiado ilusionado, incluso no era realista para poder ver lo que era, pero sentía la sensación mágica que toda persona siente cuando manda un mensaje esperando una respuesta correcta que también puede destrozar de no ser lo, mi caso... Era especial, pasó el tiempo suficiente, sucedió lo que necesitaba, hablé lo que debía, todo estaba listo, sólo faltaban simples oraciones, faltaba un "Te amo" de esos que sientes sólo cuando estás enamorado de verdad, un "Te amo" que no sientes por cualquier persona, eso que sientes era un arma que sin querer atentaba contra mí mismo. Un arma que estaba a punto de ser disparada, que podría simplemente arremeter contra mí, y destruirme... Enamorarse para mí era ser destruido, quizá de la manera más increíble que existe, esa manera en la cuál solo una persona puede destruirte.
Me pregunté días tras días esa misma cuestión que pensé, "¿Me destruiré yo a mí o alguien me destruirá a mí de enamorarme?" Era la cuestión que no tenía respuesta, un problema matemático sin solución, una variable sin formulas, un crucigrama sin pregunta claras.
Lo pensé un poco más, llegué a creer que todo era un simple estupidez de mi cabeza, mis pensamientos dominaban mi razón, mi razón me decía que nada era real, mi corazón me decía que mis pensamientos me estaban dominando, yo sentía confusión, una chica tan perfecta, un momento tan ideal, pero... Algo no puede salir tan bien...
Cuando todo está saliendo bien estás en una emboscada, yo no lo sabía, y para ese entonces no lo pensé, todo lo mágica dura poco tiempo, quería aprovechar todo el tiempo mágico que tenía. Pero mi tiempo se agota, mi tiempo tiene un límite quizá, pero el único tiempo con un límite es aquel que en realidad no existe.
Estaba dentro de mis pensamientos, y cada uno de ellos me decía otra cosa, mis sentimientos no me daban razón, mi razón no me hacía pensar, y mis pensamientos me dominaron constantemente en cada decisión que debía tomar.
Pero ningún tiempo tan perfecto es tan largo, y ningún mal tiempo es tan corto; Al mal tiempo darle prisa.