Mientras yo pensaba acerca de todo lo que rodeaba a mi mente y mis emociones quedaban en segundo plano sin poder actuar junto con mi razón lo que debía, había un pequeño problema que rodeaba todo ese segundo plano.
Ella estaba ausente, ¿Físicamente?, me refiero a que no estaba, desapareció, sin aviso
Podría decirse que de un momento a otro estás hablando con quien crees "La chica perfecta, en el momento perfecto" y al instante el momento acaba, desaparece, ya no está más... Y esa chica se va con el.
El tiempo es amigo, jamás es un enemigo, es lento cuando debe, y rápido cuando tiene. No estaba en contra de el pero me pregunté durante 15 días por qué se la llevó, ¿Me lo merecía?, me pregunté una y otra vez, mis pensamientos irrumpían todo lo que sentía, ya todo era confuso... Mi mente decía que toda traición tiene razón y mis sentimientos sólo estaban vacíos, no tenían que decir... quizá también se los llevó el viento a ellos.
Los quince días que pasé esperando cada instante un mensaje en la minúscula pantalla de mi celular se volvieron agonizantes, cada segundo era un peso más con el que intenté cargar, la extrañaba, me hacía falta, pero más mensajes no debí enviarle desde aquellos días... Quizá perdí toda mi dignidad enviando cada uno de esos mensajes, pero no estaba dispuesto a perder la... o que ella perdiera a la única persona que de verdad le quisiese como yo lo hago.