Siempre hay que enfrentar las cosas.
Eran las tres de la mañana y no podía dormir, siempre que cerraba los ojos los veía a todos riéndose de mi, sin dejarme en paz. Después de unos minutos milagrosamente logré quedarme dormido y conciliar el sueño, al menos por unas horas. Cuando desperté eran las 7:00am, entraba a las 8:00am, tenía tiempo, limpié mi cuarto, me di una ducha, me puse ropa que para mi gusto era buena y salí de mi casa con algo de retraso.
Y ahí estaba yo, en la entrada del cámpus de la escuela, con una inseguridad y un miedo colosal apoderándose de mi, sin vacilar un segundo más me "llené" de valor e ingresé en la escue... Mierda, por qué todo el mundo estaba en el pasillo. A penas puse un pie dentro del colegio todos me miraron, soltando una carcajada unísona que juraría que hizo temblar el colegio. Traté de correr, pero alguien me metió el pie haciendo que cayera al suelo...de cara -genial- levantándome con la inexistente dignidad que tenía me dirigí a mi salón al cual cuando entré lo vi lleno de fotos, mías, específicamente de mi amiguito, por qué, por que pasaba esto justo cuando me enamoré de Daniela. Lleno de furia fui a buscarla a su práctica de porristas, claro sin antes recibir burlas de por medio, "pene pequeño" "penecillo" entre otros cuántos, después de llegar a las canchas la vi, dando vueltas en el aire con su puto equipo de porristas, me sorprende que haya odiado a alguien que supuestamente amaba.
–¡Hey Daniela!– cuando volteó a mirarme sonrío maliciosamente y siguió con sus actividades. Enojado fui hasta ella caminando rápido, pero un puño golpeó contra mi cara. En cuanto reaccioné era Jason, el mariscal de campo, el que golpeó a Gorila, si le pudo ganar a mi amigo a mi... Mejor me callo.
–¿adonde vas penecillo?–dijo con un tono de burla latente y mirándome como la poca cosa que era.
Me limpié el labio, que ya empezaba a gorgotear sangre –a hablar con Daniela –iba a pararme cuando de un empujón me tumbó de vuelta al piso.
–¿a caso te di permiso de que te pararas?–dijo enojado, cosa que no entendía, iba a golpearme en la cara por segunda vez cuando una voz femenina lo detuvo.
–espera, no vale la pena– era Daniela, sabía que lo había dicho con asco, como si no valiera.
–oye, sólo necesito hablar contigo– traté de hablar civilizadamente, aunque no niego que quería golpearla. Mi padre siempre me enseñó a respetar a las mujeres, pero "eso" no creo que pueda llamarse mujer.
–entiende, no hay nada de que hablar, te usé para entrar equipo y listo, ah, por cierto ¿quien dices que eres? –a pesar que no pude hablar con ella ya tenía claro todo, Dios perdóname pero las mujeres son unas zorras que te ilusionan.
Después de gran plática con Daniela, fui directo a la oficina del director a solicitar algo que nunca creí hacer.
–buenos días director Gallagher –dije anunciando mi entrada a su oficina.
–Buenos días Styles– me saludó de igual manera sólo que sin dejar de revisar unos apuntes –¿que necesitas?– ya que su pregunta fue directo al punto decidí ir también.
–necesito retirarme del colegio– mi respuesta fue tan severa que se le cayó el bolígrafo de la mano, me miró impresionado por lo que dije, bueno, no todos los días un estudiante pide que lo expulsen.
–¿se puede saber la razón?– su pregunta/respuesta me dejaron pensando, ¿qué le diría?. ¿Que me voy porque me grabaron un vídeo desnudo? ¿Porque arruinaron mi vida?, no, ya se.