Una historia de amor y baloncesto

Una cita

Despierta y hambrienta me doy cuenta que estoy en la enfermería del gimnasio, como no hay nadie intento levantarme pero antes de pararme completamente llega ángel y me abraza para evitar que caiga.

-me asustaste cuando te desmayaste-me dice cuando estoy en la cama otra vez.

-yo no se que me paso, estaba feliz en un momento y al otro me quede dormida.

-me dijeron que estabas demaciado cansada y tenías que descansar un poco, nada grave, eso me relajo.

- gracias por tu ayuda, eres demaciado bueno conmigo, te debo una grande por esto.

-¿qué me dices de que me saques a pasear?- me dice el con un tono de broma en su voz.

-claro- le respondo alegre.

-¿es encerio?.

-claro, ¿porque no?- le digo levantándole para salir de aquel lugar.

-esta bien- me dice con voz temblorosa.

Es sábado en la tarde, tengo un vestido azul que compre hace tiempo junto unos zapatos altos, estoy a punto de llegar a la nevería en la que ángel y yo quedamos. Cuando ángel llega me doy cuenta de su altura, aun con zapato alte el me lleva tres o cuatro centimetros, nunca me habia dado cuenta, tome eso y lo deje al lado cuando llego a mi lado y pidio una nueve de vainilla, yo pedi algo diferente a lo de siempre y elegi una de nuez.Empezamos a pasear y, de alguna manera llegamos a un parque, jugamos y, gracias a mi ropa perdi asi que seguimos andando por la ciudad.

Lunes en la tarde, hoy los chicos no entrenan asi que tenemos todo el gimnasio es para nosotras, cosa que la entrenadora aprovecha muy bien ya que terminamos agotadas. Algo que me resulta inexplicable es que vi que Aldo y Erik estaban fuera del gimnasio, minutos antes de terminar el entrenamiento Vania se fue y todas las chicas se veian extrañas, eran demaciado serias y me veian con cara de... ¿respeto? ¿complicidad?... yo nunca pense en el porque de esas caras hasta que termino el entrenamiento y todas se acercaron a mi, pregntandome si me gustaba alguien a lo que respondi que no.

-vamos di la verdad, katherine te vio en el parque con angel el sabado-me dijo Alejandra desesperada.

-le debia un favor, eso es todo-respondi en tono serio, todas se callaron.

En cuanto sali del gimnasio recivo un golpe en la cara, de lo unico que me doy cuenta es que angel fuequien me lo dio y estaba revisandome el ojo en busca de heridas.

-lo siento mucho no pense que llegaran a salir tan temprano asi que estaba jugando.

-esta bien, no dolió, no tengo nada.

-¿estas segura? te di demaciado fuerte.

-es encerio, no dolio.

-esta bien- termina diciendo y dandome un abrazo para que lo perdonara , cosa que despues terminaria con una gran sorpresa...