Me Enamoré De Un Cristiano

7° El paseo

POV Camila

Llegamos a una preciosa plaza llena de juegos y áreas verdes. Iba a ser un día hermoso y divertido.

- ¿Haremos un picnic? - Pregunte y le sonreí, hace años que no salia de picnic.

 - Si - dijo alegre- quería compartir contigo una de las cosas que me encanta hacer.

Lo mire con cara de "que lindo", era demasiado tierno.
Caminamos por el bello parque en busca de un lugar para instalar las cosas y encontramos el lugar perfecto. Sobre el pasto, bajo un gran árbol colocamos la mantita y las cosas de comer.
Pasamos un rato hablando sobre nuestras vidas. En eso descubrí que Edward era adoptado, era amante de la música, le gustaban los gatitos (pero le daban alergia lo que era una pena ) , su fruta preferida eran las Manzanas rojas y lo primero en su vida es servir a Dios.

-Pero,  ¿Cómo puedes creer en alguien que no ves?- cuestione su pensamiento a mi parecer erróneo. 

-¿Tu crees que existe el viento? - lo miré estañada y el esperó mi respuesta.

- Si claro, ¿Porque? -me puse a reír, no entendía que tenia que ver esto con lo de Dios.

-Tu no lo ves e igual crees en el , así yo creo en Dios. - dijo tranquilo

-Pero yo se que el viento está ahí porque lo siento- dije irónicamente.  

- Dios para mi es lo mismo, no lo veo pero si lo siento aquí- se toco su pecho- lo veo a diario en las acciones de las personas, en las sonrisas de los niños, en estos lugares, la naturaleza, etc. ¿Y sabes?- me pregunto y yo lo escuche- Para mi Dios es lo principal, y dirás que es tonto o nose, que estoy loco por decir eso pero es la verdad, sin Dios yo no soy nada, toda mi vida se la debo a el -se detuvo mirando al horizonte pensativo - te voy a decir porque, yo fui a parar a un orfanato cuando era apenas un bebé, tenia cáncer y mis padres biológicos no tenían el dinero para hacer los tratamientos. A los días una linda familia me adoptó y costearon todos mis tratamientos.A los meses nada me hacia efecto y yo iba a morir si o si, pero entonces mi madre adoptiva me llevo a su iglesia y en ese momento mi Dios me sano. Esa es mi explicación porque debo mi vida a el, porque si no fuese por el, yo no estaría en este lugar... -me miro con una ternura y sinceridad inmensa.

Al escuchar todo aquello mi corazón dio saltitos, yo jamás tuve ninguna complicación, y quizás solo tal ves fue gracias a Dios o no?, quizás el no me respondió porque estaba ayudando a personas que si le necesitaban.

- wow - dije pensativa - tu vida a sido dura y aun así sonríes 

- Si Dios es conmigo no hay motivo para estar triste, menos ahora que conocí a un angelito como tu- al decirlo bajo la mirada y rió.

Me sonroje al escuchar su comentario -¿Vamos a dar una vuelta? - dije tratando de cambiar el tema.

-Si, ¿vamos a comer un helado?, es que hace calor -dijo levantándose de la mantita

-Claro, estupenda idea -le sonreí

Dimos unas vueltas, tomamos helados, reímos y jugamos. Me sentía realmente bien, sentía una felicidad inmensa y mi corazón estaba apunto de explotar tanto correr y de tanta ternura.
Se estaba asciendo tarde y Edward aun me tenía mas sorpresas.
Íbamos en su auto y se estaciono frente un restaurante muy elegante. La entrada estaba iluminada con velas y en la puerta se encontraba un guardia con un cuaderno en mano. 

-¿Qué hacemos aquí ? - pregunté mirando el hermoso lugar.

- Te traje a comer algo rico -me miro unos momentos, su mirada me traspaso asta los huesos, era tan especial, El era tan especial- En palabras más educadas,  señorita la invito cenar o ¿No te agrada la idea ? -dijo nervioso