1

10 1 1
                                    

Heme aquí. Nuevamente encerrada, todo es tan obscuro. Me da miedo salir, ya no se cuanto tiempo ha pasado, días, meses, años, simplemente no lo se solo recuerdo que era 2010 cuando mi vida comenzo a romperse y termine aqui en este lugar; ella siempre esta aqui me vigila sin descanso, tal parece que lo unico que sabe hacer es infundirme temor, a estado conmigo desde el día que vine al mundo, cada día se hace mas fuerte, se alimenta del temor que le tengo.

¡Ah! aun recuerdo cuando era niña, tan feliz y juguetona todo era perfecto no tenía que preocuparme por nada, mamá cuidaba de mi y mi progenitor bueno el es todo un caso, nunca lo conocí, mamá decia que no necesitaba a un hombre para ser feliz, por eso siempre he querido a mamá porque a pesar de todo nunca me ha dejado sola; es gracioso recordar aquel dia de campo que pasamos juntas, era un día soleado, no había probabilidad de lluvias y mamá me había prometido que algun día visitaríamos el bosque de Chapultepec ya que viviamos en el D.F. especificamente en una colonia llamada Escandon, un lugar muy bonito y seguro para vivir, aunque claro mamá trabajaba muy duro para mantener la vida que llevabamos, ella era abogada, trabajaba de día y había veces en las que la requerían en la madrugada pero no le importaba era lo que le gustaba hacer y por eso nunca renegaba, al contrario siempre agradecía a dios el tener un empleo y sueldo con el que podia mantenernos; para el día de campo mamá decidió cocinar una lasaña y yo prepare una tarta de manzanas, pero lo que hicimos para conseguir las manzanas fue épico, tuvimos que ir al super mercado porque las manzanas que teníamos en casa eran muy pocas; cuando llegamos vimos que las manzanas estaban muy feas y echadas a perder, mamá al ver eso me dijo:

-Niña mía no te preocupes que yo misma me encargo de que las consigas

-Esta bien mami no es tan importante- le dije mirandole a los ojos

-No amor, te conozco como a la palma de mi mano, se cuanto quieres las manzanas

-Gracias mamá- dije y le di un abrazo

-De nada hija

Mamá y yo estuvimos buscando manzanas sin esperanza alguna, cuando de pronto, encontramos un carrito para hacer las compras con bolsas y dentro de ellas manzanas verdes en muy buen estado, y como nadie estaba cuidandolas supusimos que no eran de nadie por lo que decidimos tomar algunas bolsas, de pronto llego una señora gordita que nos dijo "esas manzanas son mias y no suyas" al oir eso pegamos un brinco de miedo y mamá me dijo "corre" y asi fue comenzamos a correr, pagamos y regresamos a casa para seguir con nuestros planes. Era tan divertido estar con mamá ¡ah! cuanto daría por tenerla nuevamente con migo con esa cabellera corta y china, con sus lentes de "mujer madura" como solía llamarles y casi siempre con sus vestidos de flores. 


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 12, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

SOMBRAS SOBRE ALICIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora