Perfectas imperfecciones.

||Capítulo 22||:

-Así que, ¿te quedas a dormir cinco días en la casa de Hayley?-me preguntó mi mamá.

Limpié mis manos sudorosas en mi Jean negro. Estaba nerviosa.

-La verdad sí. Sus padres se van de viaje y no quiere quedarse sola-me adelanté a que dijera algo- Y no puede salir porque no tiene permiso.

Era obvio que mi mejor amiga nunca consultaba en cuanto a sus salidas, pero, los padres respetan la decisión de otros padres ¿no?
Lo pensó un momento.

-Solo cinco días Al. Y nada de drogas, chicos o alcohol

Asentí y la abracé fuerte par ir a mi habitación a alistar mis maletas "para ir a su casa".

Hayley metió nuestras cosas para acampar en el lago, cosas como: Carpas; ropa de baño y ropa íntima; maquillaje y entre otros a su auto.

-¿Estás lista?

-No-le contesté y subí.

En el camino estuvimos hablando de lo que había pasado durante los últimos días sobre todo de la fiesta de graduación. Como era nuestro último año, la rubia propuso irnos de viaje fuera del país. Y yo estuve de acuerdo hasta que hubo parado el coche por haber llegado ya a nuestro destino confesándome que:

-Al, sé que lo que te voy a decir puede que ocasione mi muerte pero tengo que hacerlo.

La miré confundida.

-SebastianyJamestambiénvinieron

-¿Qué?

Lo había dicho tan rápido que a la justa la puede oír decir una palabra.

-Que mi novio y su mejor amigo también vinieron.

Tarde un minuto en reaccionar pero cuando lo hice, yo ya estaba en el suelo con Hayley.

-¿Debemos separarlas o mirar?-preguntó James desde atrás.

Ella se zafó y se levantó con el cabello enmarañado.

-¡Como pudiste! Y seguro también supongo que todo lo que me dijiste es mentira.

-No del todo. ¿Estamos en el lago no?

Grité. ¿No puede ser tan malo verdad? Miré de reojo a Sebastián. Estaba en su celular jugando. No va a ser malo va a ser terrible.

-Bueno-dijo él dejando guardando su celular-¿Ya terminaron con sus niñadas? ¿Podemos hacer algo?

-¿Siempre eres así de imbécil?-le lanzó Hayley.

-¿Y tú siempre eres así de mojigata?

-Mojigata tu madre.

No respondió, así que, para ignorar ese momento de incomodidad James y yo empezamos a desempacar. Poco a poco empezó anochecer y como aún nuestros dos mejores amigos seguían enfadados nosotros dos nos reunimos a conversar a las orillas del lago.

-¿Por qué se odian tanto?-pregunté.

Me miró con ternura y con nostalgia.

-No lo sé, supongo que porque terminaron mal.

-Seguro, sí.

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ALL THE LOVE X.