XI

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Veía como "mis chicos" (como yo les digo) tocaban. Se veían realmente felices.

Al verme D (como yo le digo) y T (otra vez, otra persona, otro de mis chicos) sonrieron, pero T río calladamente sin que el director de la pieza se diera cuenta, a la vez que yo subía mis pulgares en señal de que esperaba que todo les fuera bien.

D volteaba a verme constantemente. Es increíble el poder de la música, como te transmite emociones y sentimientos a través de vibraciones, en este caso.

D sonreía, y yo sonreía.

Fui a donde mi madre hasta que la presentación haya terminado.

Ella vio cuando venias, ella no te conoce, aún así me acerque a ti, D, y te abrace.

-Felicidades- me tomaste por la cintura recibiendo mi abrazo.

-Gracias.

Creo que mis sentimientos por él ya no están. ¿Me habrá dejado de gustar? Ahora mi nuevo Él será D.

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