3. Si tu amiga compra terreno...

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No se rían, es una advertencia.

En la clase de Educación Física estábamos haciendo salto de valla, y yo, con mis piernas de sensual avestruz, saltaba sin problemas, pero una amiga mía, bajita y de piernas cortas, se caía todas las clases para volver a levantarse con una sonrisa.

Resulta que la clase previa a la prueba, mi amiga estaba practicando salto cuando su pie se trabó, cayó de cara y escuché como soltaba un quejido, mis compañeros se rieron del show ya regular, pero yo ya estaba poniéndome azul de aguantar la puta respiración para que la maldita se parara. Cosa que no pasaba.

Nerviosa, me acerqué a ella y le toqué apenas el hombro, escuchando otro quejido y un: me duele toda la puta cara y la boca me sabe a sangre, lucy.

La levanté con toda la delicadeza que poseo, sin joder, y casi di un grito de niña de siete al ver su nariz sangrando, aunque por suerte no estaba rota.

Fui con el profesor y me dijo que la llevara a enfermería, lo cual obedecí sin decir ni mu. Cuando volví, otra compañera, que odia a mi amiga, se estaba riendo como la foca con trisonomía del cromosoma 21 que era, y apenas noté el nombre de mi amiga, fui y la levanté del piso.

La miré con claras intenciones de enviarla al hospital, y le dije con todo el veneno posible: mis puños, en el colegio, son armas mortales, vuelve a reírte de ella, y acabarás en el hospital, ¿Entendido?

Y la muy cobarde sólo asintió.

Nunca más se metió con mi amiga.

La lección es: no dejen que se burlen de las desgracias de sus amigos, son la familia que tú elegiste, no los decepciones, que puedes acabar sólo por no haber actuado en el momento.


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⏰ Última actualización: Jan 06, 2016 ⏰

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