– ¡Luke! —por fin vino, llegó gritando, haciendo que perdiera mi concentración en el partido.
– Hola Zahara, tiempo sin verte. ¿Todo bien? — me levanté y comencé a preparar su café.
– Si, sólo estuve ocupada — mordió su labio.
– ¿Como siguen tus moretones?
– Escucha, Luke, quizás ya no me veas muy seguido por aquí. Han descubierto que vengo para acá, lo siento — bajó su mirada.
– ¿Quiénes te han descubierto?
– No quieres saber Luke. Ya sabes demasiado, nunca debiste preguntar — frunció sus labios, como si estuviese aguantando las ganas de llorar.
– ¿Estás bien Zahara? — dejé el café en el mostrador, ella asintió con su cabeza — Entonces, ¿por qué no te creo?
Dejó el dinero en el mostrador, tomó su café y se sentó en las mesas que estaban fuera, para fumar y leer.
Salí a hablar con ella.
– Zahara, lamento ser tan metiche — tomé asiento y ella exhaló el humo en mi cara, causando un pequeño ataque de tos de mi parte.
– Lo siento. Y si, eres un poco metiche Luke — rió — Pero me caes bien, y no, no significa que confío en ti.
– ¿Quienes quieren hacerte daño? — pregunté, ella sólo me miró, se levantó, tomó su bolso y comenzó a correr.
Dios mío.
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smoke ; lrh {terminada}
Short Story- No quieres saber Luke. Ella desaparece como el humo de sus cigarrillos.