Capitulo 33

7K 487 69
                                    

Okay, estaba en problemas. Lo había estado desde que ese tipo había entrado en el salón siguiendo a mi padre, por un momento pensé que podía ser un guardia nuevo o algo por el estilo, pero el traje de muñequito de pastel de bodas no era el uniforme que usaban normalmente los guardias, lo que significaba que ese tipo estaba aquí por otra razón, y por las miraditas que me lanzaba creo que ya sabía  por que razón estaba aquí...e iba a asesinar a mi padre.

Y las cosas definitivamente no mejoraron cuando Damen entró en la habitación junto a Derek, y no sabía cual de los dos tenía una peor mirada en la cara, aunque luego de un rato decidí que Damen definitivamente ganaba, y por mucho.

-Princesa, es un honor conocerla-Dijo el tipo que parecía muñequito de pastel.

-Igualmente-Dije con cordialidad, aunque con el filo de frialdad que usaba siempre que me encontraba en esta situación.

Sin embargo él no se dio por entendido, lo que me llevó a un par de minutos bastante incómodos intentando parecer educada mientras soportaba la mirada molesta de mi novio.

Algo me decía que esto me iba a meter en un lío.

***

Muy bien, lo normal hubiera sido que Damen me dijera algo, pero en su lugar el muy idiota se había limitado a ignorarme completamente, lo que nos llevaba a la situación actual que constaba de mi entrando a uno de los muchas habitaciones desocupadas que existían en el palacio de Arsgott, lugar donde el príncipe de Vellaris había decidido reunirse a solas con Derek (bueno, lo más seguro es que mi querido mejor amigo lo siguiera, pero los detalles técnicos ahora no interesaban), este último recorrió su vista entre Damen y yo un par de veces antes de levantarse del largo sillón donde estaba sentado y salir lo más rápido que pudo del cuarto (el cual no tenía ni idea de lo que era, ahora que lo pensaba, era un sitio con un par de sillones largos y muchos cuadros, lo que nos demostraba las cosas raras que se hacían cuando ya no sabías como ocupar tantas habitaciones) lo que nos dejaba al idiota y a mí a solas.

Damen miraba a cualquier sitio lejos de mí, mientras que yo no apartaba mis ojos de él, ¡¿Qué diablos le pasaba?!

-¿Me vas a decir algo o no?-Pregunté luego de un rato.

-¿Qué quieres que te diga?

-No sé, tú dime, me has estado ignorando toda la tarde-Repliqué molesta.

-No es nada.

Arqueé una ceja al mismo tiempo que me cruzaba de brazos, ¿en serio pensaba que era tan idiota?

-Damen-Advertí.

Vi como el apretaba su mandíbula lo suficiente como para doler, pero no dijo nada. ¡Ugh!

-¡Damen!-Exigí.

-¿Por qué diablos ese tipo estaba hablando contigo?

Lo miré por un par de segundos antes de contestar, ¿qué?

-Será porque es uno más de los muchos tipos que ha venido a verme desde que volví. Desaparecí por más de dos años, Damen, la cantidad de personas que ha venido a verme es tanta que llega a ser irritante.

-Volviste hace meses, Kat, ya no deberían quedarte personas que saludar.

-¿Y tú crees que dedico todo mi tiempo a hacer vida social?, Dios, ¿por qué estás tan molesto?

-Ese tipo no venía a hacer vida social, Katharina, venía a ver si conseguía algo contigo.

Abrí y cerré mi boca un par de veces, ugh, no era idiota, sabía que a eso era lo que venía, pero no era necesario que Damen se molestara tanto...¿cierto?

Llama Eterna (Corazones Congelados #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora