Nunca Más

Sipnosis

Supongo que a todo el mundo le toca vivir algo que lo define como persona, ya puede ser algo malo o bueno.

Hay gente que es feliz desde el minuto cero, otra que se va haciendo feliz a medida que le va pasando la vida y hay otra que... Empieza feliz y acaba mal.

A mí me tocó quedarme sin padres a los 18 años. Habrá gente que pensará que es divertido ya que puedes salir de fiesta y hacer todo lo que quieras, pero os aseguro que en ese momento en lo que menos piensas es en salir de fiesta.

Ellos murieron el día de mi cumpleaños en uno de los peores accidentes de coche de la historia de California.

Ya lo tengo superado. Mi primer problema en ese momento era como acceder a la Universidad. Siempre he sacado buenas notas pero nunca he sido una alumna prodigio que sacará todo 10.

No me podían conceder ninguna beca y mis padres, lógicamente, no me lo podían pagar.

Mi tío Josh se ofreció a pagarmelo y yo acepte con una condición: solo me pagaría el primer año, los demás los pagaría yo, o bien consiguiendo una beca o bien trabajando en alguna cafetería o tienda de ropa. Me apasiona la moda.

Yo no sabía que todo iba a cambiar. Iba a estudiar en una Universidad muy lejos de mi ciudad. No conocía a nadie y nadie me conocía a mí.

Es difícil ser el nuevo en algo. Lo más importante es escoger bien las compañías porque seguramente, esas compañías, te acompañen para el resto de tu vida. Sí, es un poco lioso pero se entiende.

**
Primer día.

El primer día. Ya tenía todo preparado y ya estaba instalada en un piso que había heredado de mis padres.

Mis padres siempre habían querido que estudiara en ésta universidad, ya que mi madre también había estudiado aquí y era donde ambos se habían conocido.

Me pregunto si conoceré aquí al amor de mi vida.

Mis padres se amaban.
Se notaba cada vez que se miraban, parecía que para ellos el resto no existía. A veces tenía envidia de no encontrar el amor como lo habían hecho ellos.

Cogí el bus y a los 15 minutos ya había llegado a la Universidad.

Era preciosa. Solo la había visto en fotos y en persona, impresiona mucho más.

Tenía un jardín verde enorme lleno de árboles, de palmeras y había pequeños lagos en algunas partes del jardín.

En medio del jardín había un camino bastante ancho de baldosas del color de la arena. En los bordes del camino había un pequeño muro no muy alto que hacía de banco a la vez que de muro. Era precioso.

Al lado del caminito, había una caseta verde que si no te fijas, no la ves, ya que está camuflada entre los árboles y palmeras.

Al final había una torre altísima que acaba en una cúpula, y sobre esta, hay una especie de pico.

Me quedo asombrada y abro la boca en una O.

Unos golpes en mi espalda interrumpe mi asombración. Me giro y detrás mio había una chica de estatura media, de ojos color miel y pelo rubio.

-¡Hola! - me dice con una sonrisa.

-Hola, soy nueva aquí, no sé a donde tengo que ir. - respondo rascándome la nuca.

-Yo también soy nueva, creo que nos ha tocado la misma clase. La verdad es que me alegro bastante porque el resto de la gente parece bastante cortante y borde.

-Sí, vamos a la misma. - digo alegre de saber que ya no estaré sola.

-¿Has visto a ese chico? - dice señalando a un punto en concreto.

Sigo su dedo y me fijo en el chico.

Es un chico guapísimo de ojos azules y pelo rubio. Parece el típico chico malo. Lleva una camiseta de tirantes blanca que permite ver sus perfectos y musculosos brazos y unos vaqueros pirata.

Me quedo embobada mirándole de arriba a abajo y parece que se da cuenta, ya que me mira y me guiña el ojo.

Muerta de vergüenza me giro hacia la chica que me acababa de hablar.

-¡¿LO HAS VISTO?! ¡¡TE HA GUIÑADO EL OJO!! ¡¡Y TE HAS PUESTO ROJA!!

-Tonterías, será un tic. - digo intentando quitarle importancia.

-Seguro... Por cierto, me llamo Stephenie. Puedes llamarme Tefi.-dice con una sonrisa mientras me extiende la mano.

-Encantada. Yo soy Ashley.-le devuelvo el apretón de manos y la sonrisa.

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