Hipótesis 8

84 20 0
                                    

Día tras día, tarde tras tarde que pase admirándola.

En realidad no es que hiciera gran cosas en la banca de un parque. Pero su belleza era de admirar.

Nuestra relación había mejorado considerablemente con el paso de los días y los encuentros casuales en la banca a la misma hora todos los días.

Me había regalado ya un par de sonrisas; eso lo consideraba como un magnífico avance.

En concreto nuestra situación se había convertido en una rutina diaria; despertar, esperar que llegara la tarde, ir al parque, sentarnos en la misma banca a una distancia considerable, mirarla, para finalmente irnos.

[Hipótesis: Las rutinas pueden llegar a un punto desesperante].

Y ahí estaba la parte que me aterraba: cansarme de esta situación.

No sé hasta donde podré llegar.






HipotéticamenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora