~Capitulo 28.

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La semana antes de que empiece el instituto vuela y Justin se convierte en una especie de mancha borrosa que corre trente a mí a toda velocidad. Pasamos cada segundo que podemos juntos. Aunque ya no me escapo de casa por las noches. Casi me pillan volviendo la última vez. Eso está afectando seriamente a la calidad del tiempo que pasamos juntos a solas. Además, están pasando todas estas cosas: LUNES

Hoy es el último día que ayudo a mi madre en el mercado ecológico. Acabamos de terminar de colocar las cestas de hortalizas y de poner los precios cuando alguien dice: «¿Lani?». Levanto la vista... y me encuentro con la madre de Justin.

Oh, no. No, no, no, no, no.

Se suponía que estas dos madres nunca debían de haberse conocido. Es decir, mi madre conoce a todo el mundo, así que probablemente alguna vez le hayan presentado a la madre de Justin, pero estoy segura de que mi madre no recuerda quién es. Mientras se mantuvieran alejadas la una de la otra, ninguna averiguaría cuánto tiempo hemos estado pasando juntos Justin y yo y ninguna de las dos llegaría a la conclusión de que somos más que amigos. Mi madre conoce a Justin y su madre me conoce a mí, pero las dos piensan que quedamos con más gente, que salimos en grupo. La cadena de rumores de los padres rivaliza con la de los hijos. No me puedo arriesgar a que la verdad salga a la luz de este modo.

—Hola — digo a mi pesar. Considero la opción de esconderme en la cesta de los calabacines y, si no lo hago, es porque es demasiado pequeña—. Mamá, ya conoces a...

—Usted es la madre de Justin, ¿verdad?. Mi madre le tiende la mano y se pasan los siguientes minutos poniéndose al día con las noticias del inicio de curso. Intento parecer atareada, aunque ya hemos terminado de colocar. Cuando el primer cliente se acerca a nuestra mesa, prácticamente lo ahuyento con mi entusiasmo.

Nos compra unos cuantos pimientos. Después me vuelvo a quedar sola con las madres. Que me miran fijamente.

—Estaba diciéndole a tu madre lo agradable que es que Justin y tú os hayáis hecho buenos amigos — dice la madre de Justin.

—Ah, ¿usted también se ha dado cuenta? — pregunta mi madre con falsa inocencia.

Me quiero morir.

—Bueno, será mejor que me vaya — dice la madre de Justin—. Estoy segura de que nos veremos pronto, Lani.

Se me pone la cara caliente. ¿Son imaginaciones mías o me miran como si se hubieran enterado de algo que preferirían no saber? Cada vez es más evidente que no estoy engañando a nadie.

***

MARTES

Justin y yo decidimos que dedicaremos la noche a las manualidades. Uno de los niños que van a bañarse al lago le ha regalado un kit para hacer caleidoscopios que sobró de su campamento, así que eso vamos a hacer.

También voy a aprovecharme de la capacidad de Justin de hacer círculos perfectos para que me dibuje unas cuantas Tierras de cartulina para pegarlas en los carteles de One World.

Cuando mis padres ven a Justin, nos permiten ir a mi habitación pero... con la puerta abierta. Ayer tuve la sensación de que mis padres saben exactamente lo que hay entre Justin y yo aunque durante todo este tiempo les haya estado diciendo que no había nada. Yo sigo insistiendo en que somos solo amigos. En parte, la noche de las manualidades es una treta para demostrarles que no está pasando nada entre nosotros.

Extendemos nuestro arsenal sobre mi cama. Justin está dibujándome otro círculo perfecto.

—¿Cómo haces para que siempre te salgan tan redondos? — le digo.

El novio de mi mejor amiga.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora