Templo Sagrado - Hiccstrid - Terminada

Capitulo 7

Capítulo 7

¿Una semana? Creo que había sido más tiempo, lo creí. Pero no, al parecer sufrir por un amor hace que cada hora o minuto que pasen fueran como una eternidad, ya lo tengo confirmado. ¿Les he contado que he cambiado mi vestuario por vestido? Si, es traumático, no lo recomiendo. 

Jack está acostumbrándose al cambio o eso dice el... ha confesad que tiene poderes y ahora Tilda y Patapez le temen.

Tilda ha intentado matar a Hans dos veces, una tirándolo por las escaleras y otra por accidente, pero accidente real, lo único reconfortante es que Hans nos ha dicho que él me ama y le pasó más o menos igual que a nosotros.... con nuestro peculiar asunto. ¿Debería volver a Berk?

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Luego de la cena, pase el resto de la noche redactando una carta para una persona muy especial para mi. Y cuando termine Guarde la carta, lista para enviarla mañana.

- Astrid - Dijo alguien con voz  diabólica detrás mío

- ¡La requinta madre que te tuvo! ¡Jack! ¡Fuck! ¡Casi me da un infarto!

-No, pero ya es pasada las 12:00 sera mejor que duermas.

- Ya Voy padre.

- Si fuera tu padre te asesinara por todo esto.

A la mañana siguiente mi carta había sido enviada. Solo esperaba que todo se resolviera.

Zayda
Aburrida en mi casa, es así como pasó ya que mi esposa pasa en trabajo 24/7 aunque debo decir que Tacio lo recompensa siendo genial en la cama.

- Señorita - Interrumpió una criada - Le llegó esto, pero las iniciales no me suenan. Además tiene visita.

- Déjame las cosas ya las leo - Dije - Y quien me visita?

- La señorita Heather

- ¿Solo Heather?

- Solo Heather. Así sin más.

- Okay gracias - Dije y me volteé para ver el paquete - ¿Me permites un momento?

Cuando la chica salió me tire contra el paquete para poder leer las cartas que había dentro: Sobre él rezaba la caligrafía impecable que reconocería en cualquier lugar. "Astrid"

Zayda ¿Cómo estas? soy yo Astrid. Se que a pasado mucho tiempo desde que no te escribo pero los acontecimientos nos han hecho quedar como estamos. Necesito un favor vuestro ¿Podrás?  Tengo un plan para que podamos regresar a Berk y para ello necesito que vayas y colgar unos pergaminos como cosa tuya y hables con Hipo. Ya que es el único que sabe dónde encontrarlos. Por favor, no le hables de nada a Tacio porque por error puede decirle a Estoicko o a alguien que pueda arruinar todo. Los pergaminos se tienen las iniciales •Y-£~}£¥•

También quiero que le digas esto a hipo o que simplemente le entregues esta carta.

Hipo, espérame. Te amo, no lo olvides.

P.D
Gracias Zayda.

- Debemos hablar - Entro Heather de un solo golpe. La reconocí al instante, no creí que fuera esa Heather la que había ido a visitarme pero al parecer era el día de las noticias más peculiares que tenía.

Hipo
Desperté y me quede quieto donde estaba como toda la semana, ¿Qué sentido tenía ir a algún lado?

- Hipo, iré a comprar algo ¿Vienes?

- Voltee y decidí ignorar a Merida como siempre, ella no tenía la culpa pero no podía evitar no odiarla.

- Okay - Dijo suspirando - Yo tampoco pedí casarme para que sepas. Adiós.

Minutos más tardes escuché cómo regresaba, así que me tapé con la cobija, no quería pelear, ademas tampoco quería verla.

- ¡Hipo! - Gritó - ¡Hipo! "¿Esa voz?"

- Shh!! Cállate, recuerda que nadie debe de saber que estamos aquí. "¿Zayda?"

- Lo se, lo sé "¿Heather?"

- ¿Heather? ¿Zayda? - Dije bajando de un solo a la primera planta donde las vi a ambas - ¿Chicas? ¿Qué están?

- Después vemos eso - Dijo Heather - En primera debes leer esto, te lo envía Astrid.

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Astrid
Sonreí feliz al ver lo que había dentro de la caja. Estaba que daba gritos de alegría. Tener en mis manos mi atuendo usual de Berk se sentía como si tuviese un pues allá. Y me anime más al ver lo que había debajo de este.

- ¿Qué es eso? - Dijo Elsa

Estaba en el jardín junto a Elsa la mujer que realmente ama Hans y viceversa, la hermana de esta Anna y su novio Krisstoff. Hans había desaparecido porque tenía que hacer unos papeleos pero la verdad era que estaba buscando unas leyes antiguas para poder realizar el matrimonio que él quería.

- Nuestra única solución ha llegado.