*Un año después*
Abrí mis ojos. El rugido de un motor a mi lado resonó en mis oídos. Sonreí mirando a Alex a mi lado. Volvíamos a lo de siempre, nosotros dos llamando la atención de todos. Me prepare. Como de costumbre, comencé a acelerar. Provocando que esta emitiera un fuerte ruido, haciendo que todos giraran a vernos.
Xby pps
Austin: Tres... dos...-murmure- ¡Uno! -arranque cuando el semáforo se tornó verde, dejando atrás a Alex y a los demás autos que hacían fila para pasar, tome la delantera.
Comencé a esquivar los autos que se me cruzaban, el chirrido de las ruedas al frenar, de vez en cuando, zumbaban en los oídos de los espectadores. Doble en una esquina y acelere, tres cuadras a la derecha y comencé a bajar la velocidad. Doble a la izquierda, en un garaje. Apague la moto y me baje quitándome el casco. Mire hacia la calle, cuando escuche la bocina de una moto. Sonreí a Alex y el acelero para luego doblar en la esquina y desaparecer.
Metí la llave en la cerradura y abrí la puerta de casa. Solté un suspiro caminando hacia la cocina. Quite mi mochila de mis hombros, apoye está en la mesada y la abrí. Saque una bolsita de pan, un ramo de flores amarillas y las demás compras. Deje el ramo en un florero y comencé a cocinar. Mis ojos ardían del sueño, recién acababa de terminar mi turno de trabajo. Estaban a punto de ser las 10 de la mañana, pero no me iría a descansar sin antes prepararle el desayuno a una persona.
Mordí un pedazo de pan, mientras cocinaba en un sartén un huevo. Tome las puntas de mi remera blanca y tire de esta por encima de mi cabeza y luego la lance sobre una silla. Despeine un poco mi cabello y tome un vaso de la alacena para servir jugo de naranja. Después de terminar todo, tome la bandeja de comida y la lleve hacia la habitación.
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Austin: ¿Amor? -baje la mirada hacia ella. Estaba recostada sobre la cama, abrazando su almohada, con la cabeza hundida en esta- Linda te traje el desayuno -hable bajo, mirándola desde la puerta-
Bea: No quiero -murmuro desanimada, suspire y cerré la puerta con el pie. Camine hacia ella y deje la bandeja de comida sobre la mesita de luz-
Austin: Pequeña... entiendo todo esto, es difícil, pero debes comer, o tus defensas bajaran y te enfermeras. No quiero que eso pase -me senté a su lado-
Bea: Tú no entiendes.
Fruncí el ceño. ¿Qué no lo entendía? Había perdido a mi padre. Lo habían asesinado en frente de mis ojos y el recuerdo me atormentaba todas las noches de mi vida. La madre de Bea había fallecido ya hace dos días, el cáncer la había consumido por completo acabando con su vida.
Austin: Bea eso es lo mas estúpido que haz dicho -murmure serio-
Bea: Tienes razón, ya no se lo que digo -sollozo, baje la mirada hacia mis manos-
Austin: Bea que no soy bueno en estas cosas. La verdad que no se que decir, pero debes pensar que ella esta en un lugar mejor y no creo que le agrede verte así. Ella quería que seas feliz ¿no? -sus sollozos se silenciaron. Se movió entre las sabanas y se dio vuelta para mirar el techo. Sus ojos estaban rojos e hinchados como me lo imaginaba- Estoy a tu lado, no lo olvides. Juntos saldremos de esto, lo prometo -tome su mano y la apreté. Quería que supiera que no estaba sola, yo estaba ahí. Había pasado por esto y sabia lo que se sentía, sabia el dolor y el vació que sentía dentro.- ¿Okay? -espere su respuesta, pero solo se mantenía en silencio con la mirada perdida- ¿Bea? -acaricie sus dedos. De repente, me incline y me subí encima de ella. Pestañeo, le regale una suave sonrisa y acaricie su mejilla.- Se dónde están las cosquillas. No querrás que...
Bea: No lo hagas, Austin -me interrumpió-
Austin: Entonces responde. ¿Okay? Sabes que estaré siempre ¿no? -Por fin habida logrado que sonriera-
Bea: Si lo sé.
Austin: Así me gusta -murmure y bese sus labios lenta y suavemente- Sabes que tienes que ir a la universidad hoy ¿no?
Bea: No quiero ir hoy, Aus...
Austin: Llevas días sin ir, mi amor, te atrasaras mucho. Aún es temprano, vamos, arriba -salí de encima de ella y tire de las sabanas hacia un lado.
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No pude evitar mirar su pequeño cuerpo, tenía su pijama de siempre. Unos pequeños shorts sueltos y una remera larga blanca con el número 33. Su cabello estaba demasiado alborotado. Deposite un beso en su mejilla y me quite mis zapatillas. Me deje caer en mi lado de mi cama y cerré mis ojos.
Hace meses atrás había conseguido un empleo en la gasolinera de California. Mis turnos cambiaban, a veces estaba de noche y a veces estaba en la mañana. Hoy había vuelto a ir a trabajar, había pedido un día cuando la madre de Bea había fallecido. Solo para hacerle compañía, ya que la necesitaba. Alex trabajaba conmigo, esa era la mejor parte de mi trabajo. Gracias a el había conseguido el empleo.
Por otro lado, Bea estudiaba en la universidad. Aun ella buscaba un trabajo. Después de tener un año desastroso como el anterior, había decidido rehacer mi vida. Me había mudado a una casa más grande en los suburbios y había tomado la decisión de olvidar cada recuerdo de mi vida anterior. Excepto mi padre, mi padre era un recuerdo que jamás olvidaría.
Sin darme cuenta, abrí mis ojos. Me había quedado dormido. Apoye mis manos sobre el colchón y las sabanas y me levante. No había nadie en la habitación. Mi vista se desvió hacia el reloj en la pared. Las agujas de este marcaban 12:40. Suponía que Bea ya se habría ido a la universidad. Estaba solo en casa, refregué mis ojos y luego revolví mi cabello. Me levante de un salto de la cama y camine hacia el baño. Abrí el grifo del lavamanos y junte mis manos para que el agua cayera sobre ellas. Lave mi cara, intentando despertarme del todo, cerré el grifo y tome la toalla que colgaba en la pared. Seque mi cara y me mire en el espejo. Mi mirada se concentro en el cesto de basura, había algo que había llamado mi atención. Colgué la toalla sobre la pared y me di vuelta, di unos pasos hacia el cesto y me detuve. Mi mandíbula amenazaba con caerse y aterrizar fuertemente sobre el piso.Mis ojos se abrieron como platos ante lo que estaba viendo.
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Escápate Conmigo {Austin Mahone y Bea} {Segunda Temporada Editando}
FanficJamás creí que después de todo, estaría contando esta historia desde aquí. Desde un lugar oscuro. Cerrado por tres paredes y una reja oxidada y fría. Jamás creí que acabaría en este lugar otra vez. Había estado aquí una vez, solo una noche, pero ya...