No me duele.

Prólogo

No recuerdo haber despertado, solo recuerdo el sonido de la brisa pasar por mi cabello, recuerdo un pestañeo, una cara borrosa, unos ojos verdes que me miraban fijamente en el momento en que me cerré, recuerdo mi vida, mi historia, el calor de un día de verano, pero no recuerdo que haya sido contigo, no recuerdo tus palabras ni tus promesas, solo el pequeño y diminuto recuerdo de como me tratabas, no te extraño, simplemente extraño la manera en que me hacían sentir tus abrazos y calor corporal. Como me mirabas después de que ocurriera algo importante, recuerdo cuando estabas orgulloso, cuando me decías que valía más que nada, que nunca seria segunda opción y que siempre me darías una segunda oportunidad, supongo que ya no es cierto, supongo que ya no valgo lo mismo, supongo que ya no será lo mismo ahora que ya no estoy contigo para que me consueles.

He estado pensando, ¿sabes? ¿Alguna vez dijiste esas palabras de verdad?, ¿las dijiste desde el fondo de tu corazón? ¿O solo las dijiste porque necesitabas a alguien para rellenar ese pequeño y solitario vacío que se encuentra dentro de ti? Supongo que fue eso, nunca me quisiste de verdad como yo a ti, solo era un juego, pero esta bien, ya lo supere, ya no me duele, ya no necesito consuelo, lo único que durará para siempre de nosotros es la forma en que nos hacíamos sentir uno al otro en los momentos más difíciles, eso nunca se podrá borrar o ir de nuestras vidas, nunca, nunca.

Esto va dirigido a ti, nuestra historia, lo que éramos, creo que sabes perfectamente bien lo que sentí por ti y lo desperdiciaste, eso comprueba una vez mas que nunca me necesitaste y que solo era un estúpido juego para ti y dudo que me hayas necesitado. Espero que comprendas por que te dirijo esta carta, por que escapé y por que mis recuerdos de ti aun después de tanto tiempo todavía duelen.