CAPÍTULO I

36 1 0
                                    

25 de noviembre
Sabes que si estas leyendo esto es porque me aleje, ya no podía seguir esta farsa, nunca aprovechaste mi amor, te fuiste y me dejaste como un estúpido pedazo de basura que simplemente puedes echar al mundo sin ningún remordimiento. Me arrepiento de alguna vez amarte, dedicar mi tiempo en ti, de llorar en las noches por tu partida. Ahora soy yo la que se va, creo que sabes perfectamente por qué ocurrió esto, no quería que pasara, de verdad, tu me obligaste, tu lo provocaste solo, hiciste que ardiera y ya no hay marcha atrás, ya no podemos volver a empezar desde cero y pretender que nada de nuestra historia paso, claro que paso, sin ella no seriamos quienes somos ahora, nuestro pasado nos hace quienes somos, y el presente forja nuestro futuro. Nuestro futuro esta incierto, eso lo se muy bien, pero, ¿Por qué no tratar de mejorar el presente? No puedes remediar lo que hiciste, pero puedes tratar de aceptarlo y tratar de hacer un futuro mejor.

Para contar una historia hay que empezar desde un principio, desde el momento en que llegue a vivir en nuestro lugar que siempre será recordado. Me mude aproximadamente a los siete años, habían pasado unos meses y no había nadie con quien me apeteciera hablar, solo veía a las chicas jugar en el parque, ¿recuerdas el parque? Por supuesto que lo haces, ahí tuvimos miles y miles de recuerdos. Recuerdas el pasto verde, las palmeras, la zona para patinar, los juegos de niños, las casas abandonadas que habían en la parte de atrás del parque, rumbo a las palmeras ¿lo sigues recordando? Y por el otro lado del parque nuestra isla, nuestro escondite, nuestros recuerdos, nuestro corazón...

Bueno, volvamos al inicio. Al mudarnos, no teníamos amigas, Veía a las chicas jugar con las que vivían por aquí, nunca me hablaban mientras mis hermanas y yo pasábamos cerca de ellas, por lo que nunca me atreví a saludarlas, ni siquiera a acercarmeles, ya que pensaba que tenían una especie de odio hacia nosotras o algo así. Un día fui con mis hermanas, Verónica y Paulina al parque, una de las chicas que siempre estaban ahí se nos acerco y nos pidió que jugáramos con ellas amablemente, se presentó, su nombre era Lily, que pronto se convertiría en una de nuestras mejores amigas, estábamos caminando para ir a reunirnos con las demás chicas cuando empezó la conversación y dijo:
—¿Ustedes son las nuevas no?— preguntó Lily, mirándome fijamente
—Si, apenas hace unas semanas acabamos de instalarnos— contestó Paulina, que era la mayor de nosotras tres, en ese tiempo tenía trece años.
—Ohhh... Pues deberíamos salir más seguido, por aquí casi no hay nada que hacer.
Eso fue lo único que comentamos hasta llegar con las demás, parecían agradables, una de ellas, Delia, vivía frente a nuestra casa junto con su prima Dennisse. Lo primero que hicimos al llegar con ellas fue presentarnos, luego jugamos un rato, a las escondidas, las traes, pelota, escalamos el árbol que esta junto a los juegos de los niños, y así los minutos terminaron convirtiéndose en horas sin darnos cuenta, habíamos llegado al parque a las 2:30 de la tarde y ya eran las 7:56 al irnos, ya había oscurecido por lo cual decidimos irnos a casa y mañana reunirnos de nuevo en nuestra isla a las 3:30. Lily que decidió acompañarnos a casa nos pregunto varias cosas: ¿por qué nos mudamos? La respuesta era simple, por el trabajo de nuestro padre, viajamos desde Guadalajara hasta Cancún, un vuelo de 2 horas interminables e increíblemente aburridas. ¿Nos quedaríamos mucho tiempo? Probablemente, no creo volver mudarnos, etc, etc. Al llegar a nuestra calle se despidió de nosotras y se fué.

Cuando puse un píe en casa, lo primero que hice fue tomar un baño, ya que estaba muy sudada y mugrienta de tanto jugar y arrastrarme con mis nuevas amigas, después de esto me metí a la cama pensando en que fue un gran día y un buen comienzo al llegar a esta nueva vida en una nueva ciudad. Me pregunte si de ese día en adelante los días pasarían así, felices, contentos, risas, juegos y sin preocupaciones. Bueno, por lo que escribo sabes que mis suposiciones eran incorrectas y que tu cambiarías todo por completo.

Ese día que pase con mis nuevas amigas me recuerda a ti, me recuerda nuestro primer momento juntos, tu llegada y como nos conocimos, creo que fue uno de los días más bonitos que he vivido, pero eso será tema de otra carta, por el momento este solo es el inicio y tendrá que continuar hasta que comprendas por que nos alejamos y por que no estoy contigo ahora. Por eso te escribo todo, desde el comienzo hasta el fin de nuestra historia, espero no olvidar ningún detalle ni pasar nada por alto, necesitas saber todo, lo mereces, NO, mas bien YO lo merezco, merezco sacar todo lo que no dije en años y que mantuve guardado, si, eso merezco.

No me duele.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora