Poco a poco, la vida te va enseñando quién sí, quién no y quién nunca, y no ha podido hacerme entender de mejor forma que tú eres de ésas pocas por las que merece la pena quemarse.
He encontrado la parte que me faltaba en tu persona, en ti. He encontrado a alguien que sabe escucharme por muy repetitivas que lleguen a resultar mis palabras. A alguien que, pese a todo, está ahí; para lo bueno, para lo malo y para las locuras.
Conocemos a muchas personas a lo largo de esta vida, y muy pocas llegan a pasar por dentro; la mayoría pasa sólo por delante.
Sé que sólo contigo puedo pensar en voz alta.
Compartirlo todo con alguien como tú es algo realmente bonito, pero no tanto como lo es poder decir que formas parte de mi vida.
Eres fundamental en mi día a día; un pilar enorme.
Somos, generalmente, muy diferentes, y éso es lo que me hace poder aprender de ti, y viceversa, lo que nos hace complementarnos de alguna forma u otra.
He contado a muchas personas lo mucho que me importas, y ésta vez te lo estoy diciendo a ti; a la persona por la que apostaría las veces necesarias, por quien daría la cara siempre que pudiese.
Contigo siempre lo que con cualquier otra persona nunca.
Gracias a ti la vida puede mirarse desde otro ángulo de vista, y también puede vivirse de otra manera.
Dicen que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde, aunque, a decir verdad, todos sabemos lo que tenemos, pero nunca llegamos a pensar que podemos perderlo. Sinceramente, yo no creo llegar a dar lugar a perderte, porque siempre querría salir a encontrarte.
Eres la única persona con la que puedo pasarme media vida riéndome de lo mismo, y no llegar a cansarme al hacerlo contigo.
La única que, aunque no esté a mi lado, sé que está conmigo.
Y lo has estado durante muchos años, y debo darte las gracias por aparecer en mi vida para quedarte y formar parte de ella, aún pudiendo irte.
Siempre pienso quedarme con los buenos momentos, por muy malas rachas que puedan llegar a pasar entre nosotras.
Agradecerle al destino por ponerte en mi camino, y a ti por darme la mano para así poder caminarlo juntas. Cualquiera diría que equivocarse hace daño, pero estoy segura de que equivocarnos juntas resultaría bonito; porque contigo no me da miedo caer, si sé que tras ello vamos a levantarnos de la mano.
A veces es importante y necesario equivocarse para darnos cuenta y aprender del fallo, y aquí, igual que pierdes, ganas.
Y sé que todas mis restas, contigo suman.
Gracias, una vez más, por ser tú, y sobre todo, por hacerme ser quién soy.
Felices 13 años a la mejor amiga (y persona) que una podría llegar a tener en su vida.
TE QUIERO MUCHÍSIMO.
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Tormenta.
Teen FictionSiempre fueron días grises por muy soleado que amaneciese. Siempre he sentido que no encajo en esta sociedad en la que se le llama 'raro' a lo diferente. Son muchas luces las que necesito en este túnel sin salida; en mi propio abismo, en mi propia v...