Siempre fueron días grises por muy soleado que amaneciese. Siempre he sentido que no encajo en esta sociedad en la que se le llama 'raro' a lo diferente. Son muchas luces las que necesito en este túnel sin salida; en mi propio abismo, en mi propia vida. Y sé que a veces, cuando tengo tormentas mentales, me llueven los ojos, que necesito respirar demasiado hondo para sentir que es la calma quién revolotea por mi interior en mitad de esta constante y repetitiva tormenta, en mitad de mi desastre.