CREEPYPASTAS

The blue man

Samuel Douglas condujo a casa de la ciudad, tomando la carretera principal en lugar de los caminos habituales que él era particular . No había tenido tanto trabajo en la ciudad, por lo que su visita fue breve y dulce . Pasar tiempo hablando con los otros hombres que cultivaban la zona, los últimos reductos que no habían sido comprados a cabo por cualquiera de los grandes conglomerados todavía. No sería demasiado tiempo antes de Ned Harrison vendió embargo. Los cultivos no estaban haciendo bien . Niño enfermo en la cama. Vender la tierra y obtener un bonito cheque por correo . Tal vez incluso te dejaran quedarse y trabajar la tierra .

Sam negó con la cabeza . No habría nunca una vez que él iba a trabajar la tierra de otro hombre, ni por cualquier cantidad de dinero. La suya era la suya y había estado en su familia desde que la gente empezó a salir aquí al centro del país y estaría condenado si él iba a ser el que dejó pasar.

Sam buscó a tientas la manzana que estaba rodando alrededor en el asiento junto a él. Parte del gran proyecto de Sarah para conseguir que empiece a comer bien. Él cargado con todo tipo de frutas y verduras antes de ir a ninguna parte. Así se ponía en el hábito de la misma, dijo. Finalmente agarró una bodega de la manzana , sin apartar los ojos de la carretera y le dio un mordisco . Él nunca lo admitiría , pero ella tenía razón. Fruta Damn crecía en él. Resopló en voz alta a sus juegos de palabras y pensó en decirle a Sarah después.

Sus pensamientos se alejaron al ver una figura que camina a lo largo del borde de la carretera, cogiendo su camino a través de la zanja y las malas hierbas y el agua . El infierno de un día a ser caminar, sobre todo porque hacía mucho calor . Se estaba haciendo el pasado 5 y el sol ya había comenzado su ascenso a la baja, pero el calor del sol permanecía aquí y podría llevar a un compañero hacia abajo mientras él trabajaba.

Cuando Sam se acercó, vio que era hombre y una grande en eso. Ruta de altura y con una gran zancada. Estaba vestida de azul de pies a cabeza. Sam se ralentizó . Tal vez podría darle al caminante un ascensor maneras, sólo para reducir algunos de la distancia. O por lo menos un poco de agua. Sam siempre tenía un par de botellas de agua de laminación por aquí, otra de las contribuciones de Sarah.

Detuvo el coche junto al hombre y se inclinó para bajar la ventanilla del lado del pasajero . El hombre había dejado de caminar y se quedó allí. Su chaqueta de mezclilla azul parecía pesado y no podría estar ayudando al calor alguno . Pantalones vaqueros del hombre se veía desgastados y descoloridos y Sam notó que no había ninguna, embarradas , aunque el hombre estaba de pie pulgada de profundidad en un charco.

"Hola! Usted necesita un ascensor en alguna parte? " Sam llamó.

El hombre azul giró sobre sus talones y ojos negros tomó Ahold en Sam. El Hombre Azul sonrió con una sonrisa radiante, mostrando la mayoría de cada uno de sus dientes . Sam se echó hacia atrás en su asiento y salió en el disco de gas. El coche rugió hacia adelante y nubló el hombre azul con polvo. Sam había mirado en el espejo retrovisor, se habría visto al hombre caminando como si nada hubiera pasado, la sonrisa caído lejos como un peso de plomo. Pero Sam, sorprendido, fue mucho más allá de cuidar y simplemente mantenerse en el hogar ; no exceso de velocidad, pero la conducción a propósito, todo el camino hasta su casa.

Aparcó en el frente, al lado de su árbol solitario, donde siempre aparcado y se bajó del coche, su manzana puesta, olvidado en el suelo, una sola mordida fuera de ella. Sam caminó rígidamente a la casa, un pie delante del otro. Se detuvo en el porche delantero, a su paso pesado sacudiendo los tablones de madera . Se agachó y comenzó a hurgar en la vieja caja de herramientas que siempre mantuvo allí y Sarah siempre estaba poniendo de nuevo en el cobertizo donde pertenecía .

Él encontró el martillo que buscaba y abrió la puerta mosquitera y entró en la casa, el martillo colgando de su mano derecha. Sarah estaba en la cocina, preparando algo para la cena; Sam no sabe ni le importa lo que era. Sun atrapó su pelo rubio descolorido mientras su cabeza se volvió y abrió la boca para saludar a Sam, una sonrisa que comienza en las comisuras de la boca.