Quiero, intento y me obligo a usarte como escape.
De su amor morí mil veces, de tu cuerpo no puedo morir.
¿Qué más da si te doy mi cuerpo mientras no tengas mi alma?
Podemos reír y hablar desnudos.
Podemos vernos y conocer los cuerpos.
Aún así no sabríamos nada del otro, nada que no fuese escencial.
Y así, amigo, no nos podemos romper el corazón.
Quiero que seas mi escape porque la goma de mi corazón roto no ha secado, porque aún hay quiebres en éste corazón dañado, porque lo roto ya nadie lo compra y de por si yo ya no me nuestro en vitrinas.
Intentó que seas mi escape porque más allá de amar quiero que me amen y ¿quién puede amar a quién no se ama? Y ¿cómo puedo amarme si sé que me hago daño y aún así sigo amando?
Me obligo a que seas mi escape porque si no escapo volveré a él. Volverán nuestras almas a unirse fuerte entre sí como lo han hecho antes y como impacto radical se fusionarán y destruirán una a la otra. ¿Cómo culpar a los polos por atraerse pero no saber conceder vida plena si fuesen uno sólo en su totalidad?Pero no puedo escapar, ¿sabes?
Porque aunque lo quiera, lo intente y me obligue mi corazón, mi alma, mi sonrisa y mi cuerpo le pertenecen.
Porque lo prestado es del dueño aunque lo este usando otro.
Porque provocas en mi orgasmos que duran 5 segundos y el una felicidad eterna.
Porque no puedes escapar de una parte de tí.
Porque sé que jugar con fuego quema, pero tu fuego no hace herida y a mi me encantan las cicatrices que llevo.