Solo dame un respiro

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Cierro los ojos e imagino que nada malo está sucediendo, doy un gran suspiro y me levanto. Estoy frente a la ventana, observando todo aquello que antes existia, recuerdo aquel pastizal verde con olor natural y una brisa que te tranquilizaba en los momentos mas tristes o tragicos que tenias, esas sonrisas de personas que cada vez que pasabas a lo largo del pastizal hacian que tu dia brillara; pero ahora todo eso se acabo, ahora solo queda polvo y escombros.
Salgo al balcón con discreción y silencio, me da miedo que algo malo me valla a pasar si me ve aquella gente que viste de negro al terminar la calle, he visto lo que pasa con la gente que la ve directamente o que simplemente sale de su casa, he visto como las tratan, he visto el daño que les ocurre y me siento culpable por solo quedarme viendo y no poder hacer nada por miedo a que me ataquen.
Me alejo del balcón sigilosamente y me dirijo hacia la puerta principal de mi departamento, pero antes de que me pueda acercar más escucho un terrible sonido que proviene de afuera del edificio, me acerco a una de las ventanas más cerca que tenia y comienzo a observar como se desploma uno de los edificios de enfrente de la calle, todo mi cuerpo comenzó a temblar, a sudar y entre en pánico, no sabia si salir del departamento o quedarme en el a esperar a que lo derrumbaran con uno de sus ataques.
Llegó el anochecer y no se escuchaba ruido alguno, no habia iluminación, era una guerra, una matanza, una destrucción. Mi preocupación llegó a un nivel en el que no me acordaba de que a lado de mi departamento vivia más gente y yo esperaba que siguiera con vida, pensaba en salir e ir a ver como se encontraban pero el temor y el miedo no me dejaba y de igual manera esto no me dejaba dormir, pocas eran las noches en las que podia descansar pero la mayoria de las veces me encontraba mirando hacia la calle, observando que no hubiera ningun peligro. Hasta que de un momento a otro mientras preparaba la cena, se comenzó a escuchar gritos, llantos y fuertes sonidos de balas atravezando los cuerpos de aquellos hombres, mujeres y niños que se estaban asesinando, el ruido se fue acercando poco a poco más hacia donde estaba mi departamento, comenzé a temblar y a llorar de desesperación, tome un chuchillo que tenia a la vista y corri hasta llegar a mi recámara, estando alli solo me quedaba una cosa y era guardar silencio, tranquilizarme mientras esperaba la entranda de aquellos hombres de guerra.
Llegó el momento y por fin logré escuchar aquel gran golpe de la puerta del departamento, mi corazón latia demasiado rápido, escuchar las pisadas lentas y fuertes que daban aquellos al recorrer todo el departamento hasta que vi dar vuelta la perilla de la puerta, me escondi debajo de la cama fue lo primero que pensé, no tardaron ni un minuto en entrar a la alcoba, en sus manos llevaban armas que jamas habia visto, armas que quizá podria tener dentro de mi en un abrir y cerrar de ojos, comenzé a sudar a entrar en suspenso y la verdad no podia sostenerme más de la cama, fue descendiendo poco a poco ya que no queria que me descubrieran aquellos hombres asesinos, mientras yo bajaba poco a poco uno de los hombre comenzó a acercarse a la cama y fue incandose para poder ver que habia debajo de ella, mi alma dejo mi cuerpo en ese momento, no sabia como enfrentaria esto, no sabia que me iba a pasar, pero antes de que el soldado pudiera asomarce más se escuchó de las afueras del departamento disparos, aquellos hombre salieron corriendo de mi alcoba y se dirigieron hacia el origen de los disparos, al oir que salieron solo me quedó la satisfacción de poder respirar un momento más.
Me levante de abajo de mi cama, me sacudi, tome el cuchillo y sali con cautela de mi alcoba, al llegar a donde estaba el balcón vi a uno de los soldados, no supe como echar vuelta atras asi que no me quedo de otra más que seguir adelante, fui avanzando despacio y sin hacer ruido alguno, cuando iba a terminar de pasar me doble el tobillo, cai sobre el y no pude levantarme durante un tiempo pero por suerte el soldado no se habia dado cuenta asi que segui, todo iba bien pero cuando estaba a punto de salir de mi departamento una mano se recargó sobre mi hombro, me di la vuelta y estana un hombre joven, de cabello güero, ojos azules, su piel era tan sencilla, su cuerpo marcado, pero era asesino, era uno de los muchos que mataba personas por ordenes de gente del poder, tomó mi mano y me preguntó mi nombre:
-Disculpa y tú ¿Quién eres?
Claro que no le respondi, mi cuerpo estaba tembloroso y mi voz temblaba de tan solo verlo, él volvió a preguntar:
-Dime tu nombre, dime quien eres.
-Lucia-respondí con voz incomoda.
-Que bonito nombre, lastima que no durará.-me dijo con una sonrisa en su rostro.
-Creo que no tiene que decirmelo, he visto lo que ustedes hacen y creo que haran los mismo conmigo-le conteste.
-Vaya, vaya una mujer interesante.
-No tiene porque alagarme de esa forma, creame que no le servira de nada-contesté.
-Esta bien, solo pensé que a usted le hubiera gustado sobrevivir-me dijo de forma sarcastica.
-¿ A que se refiere con eso?-pregunté
-No a nada de igual manera tarde que temprano la mataran-me dijo retirandose del departamento.
-Espere un momento-grité.
-¿Si?-preguntó.
-¿Porque no me asesino?
-Bueno pregunta, pero dejaré que se la responda a si misma- dijo.
Después de decirme esa última respuesta se fue, ese atardecer me quede viendo hacia el cielo pensando en aquellas palabras que me habia dicho el soldado unas horas atras, y sigo pensando en como sobrevivir mientras sigo mirando el cielo.

Mirando al cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora