Capítulo 1: Una vida normal, por ahora

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Por lo qué después tuve que continuar a través de un pantano, más grande de lo que podríais llegar a imaginar... espera, aún no me he presentado!, bueno tampoco es que haya mucho que decir, yo soy Jan, si ya sé que es un poco extraño pero meh, la historia de como llegué a tener ese nombre también es larga por lo que ya hablaré de ella en otro momento. Tengo 14 años, me gusta vestir con camisetas de flores, y bueno no hay mucho más que contar, por lo que continuaremos con la historia, aunque mejor, volvamos un poco más atrás, es más, volvamos al comienzo de esta historia...

Aquel hermoso día de invierno (mi estación favorita con diferecia), desperté en la cama, y, entre bostezos que me hacían saltar lágrimas, y dando tumbos sin saber por donde iba, me conseguí abrir paso entre tejido y cachivaches, que no podría describir, hasta el salón donde me esperaba mi padre, cosa que me extrañó, más que nada por la ausencia de mi madre, mi padre, como de costumbre en una mañana de sábado reposaba leyendo con un taza de infusión de sinfocarpio, típica en la región de Zardos, espera, había olvidado que no sois de este lugar, bueno, empezaré explicando en qué consiste este lugar, se divide en Aqua y Terra, y en ellas existen distintos tipos de "biomas", entre los que se dividen diversas razas, que iréis conociéndo a lo largo de la historia, yo formo parte de la raza de los K'ajhitas, somos seres con apariencia felina aproximadamente, nada supersticiosos, y, somos tristemente célebres por elaborar azúcar solar, que puede refinarse hasta obtener skooma, en la mitad Terra hay razas como los Elfrid, K'ajhitas, dwemer, guardias rojos o dunmer, mientras que en la mitad Aqua, se pueden encontrar razas como los guardias del muelle, sirenas blancas, golems de mar, y diversas más, dentro de la mitad aqua, yo, soy de la región de Tamriel, concretamente de Zardos, famosa por realizar infusión de Sinfocarpio, venenosa para la mayoría de razas que pueblan la mitad terra, bueno, creo que ya es hora de continuar con la historia. Aquel día mi madre se ausentaba, cosa que me extrañó, porque era el día de mi examen, para poder iniciar mi viaje por las dos mitades, pero mi extrañeza pasó cuando me enteré de que mi madre estaría esperándome fuera para llevarme al examen, por lo que agarré lo primero que pude, y salí pitando hacia la puerta, realizé una maniobra, salté por encima de dos macetas y caí prácticamente en frente de mi madre, que me asestó tal golpe que no me di cuenta del porqué hasta que me di media vuelta y asimilé que me había cargado una de las macetas

-Así piensas aprobar el examen

- lo siento Madre, es difícil contener los nervios un día así de importante

la verdad, no tengo ni idea de como desarrollé una excusa tan rápido, así, salimos y rápidamente iniciamos una caminata hacia el punto de comienzo del examen.

Una vez allí, despedí a mi madre e ingresé en el edificio del examen, en aquel lugar, me ocurrió, lo que nunca antes me había ocurrido, hice por fin, un amigo, conocí a una elfrid de la montaña de Tamriel, una raza que tendía a desarrollar un cabello terriblemente espeso y abultado, Mal, de 14 años también,(Aunque daba sensación de menos edad, por su baja estatura, no comun en los elfrids de esa raza) no era una excepción, ella ya había estado en el edificio antes, por lo que me aferré a ella, y los dos nos dirigimos a donde conoceríamos al que sería nuestro examinador.


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⏰ Última actualización: Nov 17, 2015 ⏰

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