Capitulo 1 - Antes de que te deje

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Tome mi mochila y me la colgué en el hombro al escuchar el timbre. Los murmullos eran demasiados, tanto ruido, tanto calor, el salón estaba sofocado.

Sentí alivio al oír el bendito timbre. Doce y media, la hora mas esperada para salir de este lugar. La cabeza me dolía de tanto calor.

Espere a que el montón de mis compañeros en la puerta salieran  para luego salir yo, intacta de golpes, empujones u otro dolor de cabeza.

Cuando por fin salí por esa puerta,  otra tormenta de alumnos atacaron por los pasillos, y ahora en vez de esperarlos me uní a ellos con la esperanza de salir viva.

Las escaleras parecian no tener fin, para hacerla aun mas peor me habia tocado la "suerte" de que mi salon estuviera en el tercer piso, y mientras bajaba, los pisotones no faltaron, pensé por un momento que caería encima de alguien o viceversa. El ultimo escalón estaba cerca, sonreí aliviada.

-“A ver deténganse!”- dijo una voz conocida de una mujer.

Cerré lentamente los ojos y como pude me masaje las sienes “Por dios, no…” pensé.

Todos los alumnos incluida yo, nos detuvimos con dificultad entre la multitud y luego se escucharon quejas y bacheos.

-“Devuélvanse”- dijo “Paty”, la encargada de los pasillos y de que se cumpliera el reglamento de la escuela.

Los alumnos de atrás empezaron a moverse regresándose lentamente hacia el segundo piso y me sentí menos apretada. Gire mi cabeza hacia atrás y observe a Paty, que estaba demasiado ocupada con algunos alumnos regañándolos, rápidamente antes de que me viera, empuje a los de adelante para que prosiguieran con su camino y después de hacerlo con un poco de dificultad, logre que caminaran y luego salí corriendo al bajar el ultimo escalón.

Seguí con paso acelerado con algunas miradas puestas en mi hasta que llegue al carro de mi madre y ella me abrió para subir.

-¿Tarde mucho?- le pregunte a mi madre con la voz entrecortada y agitada por el largo camino que recorrí.

-Pues mira- me respondió apuntándo con el dedo índice el reloj. 12:41 marcaba. Mi madre tenia que recoger a mi hermano a la 1 y la escuela de el no estaba demasiado cerca.

-Once minutos… estuve anotando unas cosas del pizarrón- le dije

El silencio gobernó entre nosotras y lo único que se oía era el motor del carro, normalmente no era así todos los días, solo que hoy ninguna de las dos tenia ganas de hablar. Ojala hubiera sabido antes lo que iba a ocurrir, para decirle lo mucho que la amaba…                  

Yo en otra vida ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora