El Norte Nunca Olvida

Capítulo 1

- Los norteños nunca olvidarán esto
Sabias palabras salieron de la boca de Tyron Lannister el día en que se entero de la muerte de Robb Stark, el llamado Rey del Norte.
El Joven Lobo asistió a la boda de su tío y una de las hijas de Lord Walder Frey. Después del encamamiento la banda tocó Las Lluvias de Castameare y todo se tiñó de rojo.
Cortaron la cabeza del muchacho y en su lugar le cosieron la de su lobo.
A su madre le cortaron el cuello tan profundo que la daga tocó el hueso. Luego lanzaron su cadáver al río.
Como humillación final pasearon el cadáver de Robb por los alrededores mientras que su ejército era masacrado.
Lo que nadie sabía era que Arya Stark, hermana menor del Rey del Norte, había presenciado la masacre de su familia desde las sombras.
Un año antes la niña fue testigo de la decapitación de su padre a manos de los Lannister.
Desde ese momento juro vengarse de los que habían arruinado su vida.
Por fin el momento había llegado.
Frente a ella se encontraba Lord Frey que a sus casi 100 años de edad gozaba de buena salud y se veía unos años más de vida en su futuro.
Arya había entrado al castillo como una plebeya para trabajar en las cocinas. Sus pastel de chocolate ganó fama entre los hijos de Lord Walder y cuando el Señor probó el pastel decidió que lo comería todos los días.
Tal como Arya había pensado.
En su estadía en Bravoos aprendió sobre plantas. Sabía cuales utilizar para curar enfermedades y heridas, cuales para causar enfermedad y cuales para matar.
Pero ella no quería eso. Eso sería misericordia comparado con lo que le hizo a su familia.
En lugar de envenenar lo decidió enfermar lo.
En unos pocos días Lord Walder se contagio de una fiebre terrible que lo llevó a la cama. Al poco tiempo se le sumo la picazón y las ampollas seguido de una tremenda sed y dolor en los huesos. Con el tiempo el dolor fue en aumento, tanto que si se movía un pequeño grito salía de su garganta.
Arya estaba feliz. La habían designado Enfermera para cuidar del señor. Siempre estaban solos ya que sus hijos ansiaban el momento en que la niña saliera y anunciará que su padre había muerto pero ese no era el plan. La chica lobo sólo quería que Walder se enfermar a tanto que gritara de dolor hasí nadie sospecha ría cuando hiciera su jugada.
Pronto se hará justicia
Pensaba la chica mientras le daba los medicamentos al viejo.
Poco a poco la fiebre, las ampollas y la sed se esfumaron pero el dolor seguía.
Una noche el dolor se había ido. Justo a tiempo para que se cumpliera el aniversario de la Boda Roja.
- Una estúpida fiebre no iba a vencerme- le dijo Walder a la chica mientras está pasaba un trapo húmedo sobre su frente.
- Eso es seguro, mi señor
- Lo que necesito ahora es una buena prostituta y estaré como nuevo-rió entre dientes
Miro a Arya y el deseo se reflejo en sus ojos.
- Dime niña ¿que edad tienes?
- 16 mi señor
-¿ De donde eres?
- Del norte
- ¿De que parte del norte?
La chica decidido que era el momento
-Invernalia
- Así que estabas al servicio de los Bolton
-No. Me fui antes
- ¿Por que?
- Mi padre tuvo asuntos que atender en el sur.
- ¿Que asuntos puede tener un campesino en el sur?
- Nunca dije que mi padre fuera campesino.
Dicho que esto saco a Aguja de su escondite y con su fina punta raso las carnes del señor.
Tal y como los Hombres Sin Rostro le habían enseñado lo hizo sufrir. El hombre grito pero nadie acudió pensando que era otros de sus ataques de enfermedad.
Lo torturó, lo hizo sufrir por lo que había echo y finalmente, cuando decidió que era suficiente, le corto la garganta.
Con su sangre escribió en las paredes.
Terminado su trabajo salió del castillo, tomó un caballo y galopó lejos del lugar.
A los sirvientes les pareció extraño que hubiera tanto silencio. Se acercaron a la habitación y abrieron la puerta. El grito de horror de las mujeres atrajo a los demás. Lord Frey estaba sobre la cama con la garganta cortada, le faltaban algunos dedos de las manos y los pies, su piel mostraba grandes heridas y sus ojos miraban vacíos a la pared de enfrente en donde había una inscripción
EL NORTE NUNCA OLVIDA
A lo lejos Arya estaba tranquila. La cena de los Frey estaba contaminada con una planta especial que hacía ahogarte. Los hijos de Lord Walder Frey morirían asfixiados en su propia sangre.
Galopó hacia el sur. Su siguiente objetivo estaba allí. Por fin mataría a la reina.