El Novio De Mi Hermanastra Es Un Stripper.

Persecución Parte 2

(...)

A la hora de la cena me di cuenta de que Adam comería con nosotros.
Ayudé a Martina con la mesa , este tiempo que llevo aquí me he llevado mejor con ella.

- Y ¿Cómo te esta yendo en el instituto? - preguntó amablemente

- Normal, he podido ponerme al corriente, supongo que me esta yendo mejor de lo que pensaba - dije mientras colocaba los cubiertos sobre la mesa

- Me alegro mucho por ti, se nota que eres una chica inteligente, tu papá se siente muy orgulloso por eso - rodeé los ojos al escuchar eso, mi papá no se sentiría asi, creo que mas bien mi mamá ya que es la que me crio y cuido para que pudiera salir adelante.

- Zoe podrías ayudarnos a arreglar la mesa - dijo en Martina en alto para que se escuchara desde la cocina hacia la sala.

-Debo ir afuera a buscar a Adam lo siento - se escuchó desde la sala. Mordí mi labio inferior con rabia, siempre tenía alguna excusa para ni o hacer los que aceres de la casa.

En la cena me sentía un poco mas cómoda para poder hablar y comer tranquila.
Estamos sentados como siempre, yo en la parte lateral de la mesa sola, en frente de mi Adam y a su lado fresita, y en las esquinas papá y Martina.

El celular de Adam timbró, se disculpó y observó el celular y su cara cambió radicalmente.

- ¿Pasa algo bebé? - preguntó fresita con esa maldita voz fingida que tanto odio.

- Eh, solo que me surgió un imprevisto en el trabajo y debo irme ahora - contestó nervioso

- ¿No puedes terminar de comer y luego te vas? - pregunto esta vez papá

- Lo siento Arthur la comida está estupenda pero en este momento el trabajo es mi prioridad - se disculpó

- No hay problema, se que eres un muchacho responsable asi que ve tranquilo - le sonrió a mi papá.

- Amor tu abrigo está en mi habitación me acompañas a buscarlo - esa cara perversa de fresita me da a entender de que quiere despedirse de otra manera de su novio, descarada.

- Claro - ambos se levantaron de la mesa y se dirigieron a la segunda planta.

Mi mente en ese momento se encendió y decidí que debía ir a la casa de Kendall.

Me levanté rápidamente de la mesa pensando en que excusa diría.

- ¿Tania, que pasa? - preguntó mi papá, lo miré y dije lo primero que se me vino a la mente

- Me he olvidado que debía ir a la casa de Kendall, es que debemos hacer un trabajo - dije rápidamente. Mi papá me miro extrañado

- ¿Pero a estas horas? No crees que es demasiado tarde? - rayos, porque son asi de preguntones los padres?!

- Si, es que es para mañana

- Bueno ve y llévate llaves - sonreí ampliamente y corrí hacia la sala en busca de mi celular y llaves.

- Adiós - grité antes de salir disparada por la puerta principal.

Al llegar a la puerta de la casa de Kendall respiré profundamente para calmar mi respiración agitada y toqué el timbre.

A los segundos apareció Kendall mirándome extrañada.

- ¡Tan, que alegría verte! - sonrió enseguida