Muerte, un paso más, un mundo más, más dolor y aflicciones en distintos lugares. Almas desconocidas encontrándose entre sí, sin conciencia de ningún recuerdo, no hay memoria en ellos, púes dichas almas eran esclavas del olvido mismo; encarceladas a través de rejas que ellas mismas forjaban para ser capaces de olvidar y tomar vida de alguien más, formando así parte de ella, con nuevos sentimientos, inteligencia y destreza.
Nuestras almas son juzgadas por el comportamiento que adoptemos en nuestros cuerpos, sí, aquellos recipientes de odio de siempre.
La vida es el mecanismo más imperfecto que lleva a la muerte. La muerte de la gente crea rencor en otros el cual se convierte en un poderoso odio que nos hace caer en un curso inevitable; y así vamos impartiendo odio, sembrando próximas muertes que sólo permanecerán con el mismo curso. Es ahí cuando el alma libera todo sentimiento, nuestra mentalidad es obstruida, y somos temporalmente cegados.
Es así como antes del odio, hacemos creación del amor, el cual soló servirá como una distracción, algo que sólo nos obstaculice.
La muerte es algo inevitable, la vida es un regalo lleno de sufrimiento y alegría, ambos son el círculo perfecto, la monotonía más perfecta en las personas.
Sin más que decir, fin.

ESTÁS LEYENDO
Muerte
RandomCada quien con sus correspondientes diferencias, y las similitudes necesarias.