Estrella de amor

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"Desde este punto verás lo grotesco y lo bello que puede tener la vida, hija mía"
Dijo mi madre flotando en el aire
Sus cabellos se esparcían por todos lados con movimientos fluidos y lentos como si estuvieran danzando, mientras sus bellos rizos castaños rodearon mi cuello y empezaron a apretar con fuerza y lentamente me quedaba sin aire haciendo un esfuerzo inútil por arrancarlas de mi garganta con mis manos, las puntas de cada uno de sus cabellos se clavaron en mis ojos, arrancandome un grito desgarrador que lastimó mis cuerdas vocales.

Desperte de golpe, me levanté con gran sobresaltó casi como si alguien me hubiese dado un fuerte empujón, quedandome sentada, mi pecho subía y bajaba de manera deseperada y el sudor recorría cada tramo de mi piel.
Pareciera que había recorrido 100 metros a toda velocidad recién, pues realmente me sentía cansada, cada respiro producía una gran pesadez. Llevé mis manos a mi pecho tratando de calmar mi respiración y gotas de lágrimas empezaron a frotar de mis ojos, empapando poco a poco mis mejillas
Mi madre
Es cierto
Ya no está conmigo
Y nunca lo volverá a estar
Hace unos meses fue su funeral
La causa de su muerte fue por una cuchillada en su torso, la hoja de la navaja se enterró lo suficiente en ella como para quitarle la vida, en una larga espera con sufrimiento a su hora de partida.
Según la policía había sido una estudiante de su clase, púes mi madre era maestra de una preparatoria.
Sin embargó no la metieron ala cárcel porque sus padres le pagaron lo suficiente al corrupto juez como para etiquetarla por inocente en la corte, y hasta ahora va a la escuela como si nada hubiera pasado.
Sin embargo le deseo la muerte con toda mi alma.
Arrebató una parte importante de mi y cuando sentí dolor suficiente se retiró sin más.
No recibí apoyo cuando lo necesité
Ni siquiera de las personas que dan sus servicios ala seguridad de las personas.

Me quedé un buen rato dejando fluir las lágrimas que me quedaban y soltando sollozos, deje salir tanto llanto que podría jurar que casi me ahogo en mis propios lamentos, mi garganta empezó a doler por los gritos que soltaba a todo pulmón.

Hasta que me cansé y cada músculo de mi cuerpo me pedía a gritos que me recostara de nuevo.
Me heche atrás lentamente, luego de que mi espalda quedará recargada en el suave colchón.
Mi respiración se había tranquilizado segundos atrás.
Y una fuerte oleada de relajación se inundó en mi.
Poco a poco fui juntando ambos párpados que estaban pesados y exigían descansar desde hace tiempo, un negro profundo fue lo que quedaba a mi vista después de cerrar mis ojos y segundo a segundo fui recuperando el sueño hasta quedar profundamente dormida de nuevo.

La alarma de mi teléfono empezó a sonar haciendome despertar repentinamente ya que aquella alarma era la señal para empezar a alistarme, púes tenía que ir ala escuela en una hora.
Y eso hice, decidí quitarme la pijama y comenzar a vestirme con ropa "casual" para irme, así que me puse solamente una blusa gruesa de manga larga, unos pantalones de mezclilla azules rey y unas botas negras que estaban sucias y descuidadas: perfectas para está epoca del frío, aun qué no me importaba mucho como me veía mas bien si sería suficiente para aguantar la bajas temperaturas que el clima me guardara, bueno solo un poco tal vez.
Será raro, pero me gustaba verme al espejo y posar un poco frente a el, pero ahora no tenía nada de ánimos para realizar tal actividad de auto-admiracion; lo único que hice fue mirarme al espejo y quedarme parada contemplandome a mi misma, pero ahora más que admiración era despreció hacía mi persona, me odiaba por el simple hecho de ser yo, una mueca de asco se marcó en mi cara al ver mi cabello, era igual que el de mi madre solo que esté estaba hecho un desastre.
Agarré mi mochila del suelo y salí de mi cuarto para dirigirme ala cocina que estaba vacía, como de costumbre, púes mi padre era un hombre 'ocupado' como se hacía llamar a si mismo, y salió del país por cuestiones de trabajo, aparté no tenía el valor de verme después de lo que pasó con mamá pues si lo hacia rompería en llanto o eso fue lo que me dijo.
La vaguería me ganó y no quise hacerme de desayunar "Solo una perdida de tiempo" pensaba.
Al salir me aseguré de cerrar la puerta con cierre, y guardé las llaves en el bolsillo de mi pantalón.

Sin Sentido AlgunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora