Capítulo I

30 2 1
                                    

Desde pequeño mi madre, la Reina Roja, me ha enseñado a odiar a la gente de Marboreal. Mi primer recuerdo es de cuando mi madre me dijo:

"Mi pequeño Peter, te contare una historia la cual nunca debes olvidar: Hace mucho tiempo todo lo que conocemos de Infratierra era nuestro y tu ibas a ser él sucesor de todo esto. Pero un día mi hermana, es decir tu tía, me lo arrebato todo en el Frabulloso Día cuando la malvada Alicía mato a nuestra querida mascota: el Jabberwocky. Desde entonces, tu tía nos desterró de Infratierra hacia este lugar más alejado del país. Además de esto nos condenó a no ser respetados por todo el reino. Hijo, todo lo que ves aquí no es tu hogar, y espero que algún día vayas a reclamar lo que es tuyo."

Desde entonces mi madre me educó para odiar a la Reina Blanca y a su gente.

Cada cumpleaños que pasaba me repetía la misma historia, hasta ahorra que tengo 16 años.Cada día que pasaba, iba creciendo mi odia hacia esa gente. Y mi carácter se hizo como el de mi madre: soy explosivo y con cualquier falta, alguien arriesgaba de perder la cabeza; también no soy muy cortés con la gente, pues a cada uno lo veo como un subordinado más.

Con todas las personas que la Reina Blanca exilió, mi madre hizo un nuevo reino, donde claro ella es la reina. Su primer decreto real fue el decapitar a mi padre. Claro, yo no estuve ahí por que aún no había nacido y mi padre tampoco supo que iba a tener un hijo. Mi madre nunca le dijo por que el trató de asesinarla y por eso termino sin cabeza. Luego de eso todo el pueblo le tubo más miedo a la Reina Roja, viendo lo que era capas de hacerle a su esposo, todos le tienen más respeto ahora. Y desde entonces se ha disminuido las muertes dictadas por mi madre.

A mí también me tienen mucho respeto y miedo por que saben lo que puede pasar si ello hacen algo que no me agrada: le puedo decir a mí madre. Claro que también tengo amigos, como por ejemplo Ben, quién lo conozco desde que tengo tres años. Él iba a ser decapitado por una broma que le jugué a mi madre y ella pensó que lo había hecho Ben. Al final le dije que yo había hecho la broma y no ejecutaron a Ben. Desde entonces siempre me molesta con lo que paso ese día.

Las rosas rojas se vuelven blancasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora