Basuras

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-¡Me gustas, Gasai! Se que soy fea y gorda y tu nunca estarías con alguien como yo, pero...
Yuno paró a la chica con un movimiento de mano, su rostro mostrando aburrimiento e, incluso, desagrado. Esa era otra típica chica que se hacía la víctima y la sufrida solo para llamar su atención, y para Yuno era absolutamente patética desde dónde la mirara. Sus dedos jugando nerviosos aunque no fueran nervios de verdad, sus ojos mirando al piso con lágrimas aunque no caían como las verdaderas, y lo más importante de todo era la prueba definitiva; esa voz que juraba no le pertenecía a ella de verdad; suave, bonita y calmada, cuando juraba haberla escuchado días antes riendo con sus amigas de lo perdedor que fue el chico con el que paso una noche. Ella seguro notó como Yuki hablaba e intentó imitarlo para acercarse, lo que le dio mucha más rabia.
Yuno podía soportar que fueran falsos con el -después de todo, el era falso con ellos.- pero había dos cosas que no soportaba;
Que fueran tan malos disimulando que se les notaran los cambios de la noche a la mañana.
Y principalmente que intentarán reemplazar a su Yuki.
-Agradezco tus sentimientos-Le respondió con voz monótona, incluso con un toque de impaciencia que, con suerte, pudo ocultar de la chica.-, pero no estoy interesado en tener una pareja ahora.
-Pero, Gasai... ¿tengo oportunidad?
Yuno negó con la cabeza ¿para qué engañar al resto del mundo? Si, era divertido ilusionarlas, pero ya ninguna de esas personas tenía oportunidad con el, porque el ya había encontrado a su persona especial.
-E-esta bien.
Y la chica se fue corriendo con lágrimas en los ojos, pero a Yuno no podría haberle importado menos el romper el corazón de otra chica más en la lista. Lo único que le provocaba algo de satisfacción era ver sus esperanzas rotas por un sueño imposible, de estar a su lado, pero quitando lo divertido de ello solo eran una molestia.
Solo una molestia.
-¡Eh, Yukiteru!-Escuchó la voz de un chico a la distancia.-¿Vienes?
-Eh, claro.-La voz tan suave y bonita aceleró su corazón, y lo hizo gruñir y apretar los puños al reconocerla al segundo. Inmediatamente se dirigió a dónde provenían las voces y se ocultó tras una pared, para saber que estaba pasando.
Y su precioso Yuki, su bonito futuro novio, estaba con su grupo de estúpidos jugando a la pelota y charlando con ellos, y sonriendo y sonrojándose con personas que no eran Yuno. El pecho empezó a dolerle por la traición, y una mueca de furia se instaló en su rostro.
Yuki era SUYO, SUYO SUYO SUYO.
Tenía que interrumpir de alguna manera, tenía que evitar que Yuki estuviera con ellos.
-¡Yuki!-Saludó Yuno y apareció, fingiendo que apenas había visto la escena. Yuki le sonrió nervioso y se dirigió a el, mientras un chico al que identificaba como Kousaka Oji se acercaba, y a dos chicas de su curso que, si no recordaba mal, se llamaban Hino Hinata y Nonosaka Mao.
-¡Gasai! ¿qué haces aquí? -Preguntó Yuki con sorpresa. Yuno entonces le sonrió y acarició su mejilla con adoración, sintiendo la piel suave contra su mano.
-Vine a verte, Yuki ¿no puedo ver a mi mejor amigo?
-¿Mejor amigo?-Yuki se sonrojo, a lo que Yuno se sintió aún mas satisfecho ¡Yuki se había puesto rojo por el! Era tan inocente y tan tierno, que hasta se sentía avergonzado de decir que eran mejores amigos.
Pero pronto serían mucho más que solo amigos, pronto estarían juntos en cuerpo y alma, solo ellos dos.
-¡Si! Y tu único mejor amigo ¿verdad?-Yuki no pudo responderle, interrumpido por una molestia.
-Nosotros también somos sus amigos, Gasai.-Murmuró Hina cohibida, mientras se enrollaba un mechón de cabello en el dedo nerviosa. Nonosaka, mientras tanto, sostenía la mano de Hina, pero al mismo tiempo lo miraba con un ligero sonrojo.
-Pero yo soy su mejor amigo.-Le respondió Yuno, fingiendo felicidad. No los quería allí, no los necesitaba para absolutamente nada.
Eran inútiles. Estorbos para su vida con Yuki ¡¿por qué no se iban todos de una vez?! Quería estar solo con Yuki, quería llevárselo y encerrarlo por siempre, así solo le hablaría a el. Tenían que estar juntos, Yuno lo necesitaba.
-¿Ah? No lo sabía-Exclamó Nonosaka.-. No pensé que fueran amigos tan cercanos, Yuki.
Yuki tenía un rostro adorable de confusión, y parecía no saber que decir. Yuno noto entonces que ese era el momento de irse juntos.
-Bueno, necesito llevarmelo, ojala no les moleste. Nos vemos en otro momento.-Se despidió y agarró a Yuki posesivamente de la cintura. Los amigos de su adoración estaban sorprendidos, pero no dijeron nada, y Yuki tampoco, ya acostumbrado a que Yuno le hiciera muestras de "amistad" tan empalagosas. Pero Yuki no sabía que, aunque Yuno luciera tan amable y atento con el, lo único que deseaba era tenerlo para si mismo y tomarlo rudamente. Sentirse su dueño, el único que puede verlo.
-¿Por qué nos vamos, Gasai?
-Ah, porque quería hablar contigo.
-Oh-murmuró Yuki en voz baja. Sus ojos mostraban indecisión.-, ¿y de qué querías hablar?
-¡De lo que tu quieras! - accidentalmente respondió demasiado alegre, pero no podía evitarlo ¡estaba con la persona a la que más amaba en el mundo! ¿como ignorar esos sentimientos?
Yuki asintió distraído, mirando a otra parte, y eso a Yuno lo enfureció.
Yuki no lo estaba mirando.
YUKI TENÍA QUE MIRARLO.
-¡Oh, lamento no prestar mucha atención!-Yuno se sorprendió, era como si Yuki le leyera la mente.-Pero pensaba.
-¿Qué pensabas?-Preguntó Yuno.
-Que eres muy amable, Gasai. De verdad me gustas mucho.-Le confesó Yuki. Gasai sintió sus mejillas calientes ante aquella inocente confesión, y la felicidad que sentía en su corazón era tanta que, estaba seguro, se le iba a salir de las costillas por latir tanto.
-Yuki...
-¡Gasai!
Una voz chillona interrumpió lo que, para Yuno, era una escena perfecta. Una chica alta, con un cuerpo casi perfecto y un cabello pelirrojo se acercaba a el, sus pechos saltando al compás de cómo corría, y sus ojos azul eléctrico mirándolo fijamente.
-Ah, Tomako.-Observó a la chica con desagrado mal disimulado, aunque ni Yuki ni la chica parecieron notarlo mucho.
-¡Gasaii! Necesitaba hablar contigo. De algo importante...-Haciéndose la inocente, enrollo un poco de cabello en su dedo, mientras miraba a otra parte. Yuno miró a Yuki, y este lo malinterpretó.
-¡Ah! Yo tengo que irme. ¡Nos vemos mañana!-Murmuró Yuki, mirando a Yuno con una sonrisa que, para Gasai, fue falsa. Yuno sintió que su mundo se desplomaba cuándo creyó ver en los ojos azules un atisbo de tristeza, antes de que su amado se fuera corriendo y se perdiera en las calles.
-¿Qué quieres? Tengo prisa.- Le gruño al estorbo, Tomoka. Ella sólo lo vio sorprendida por su humor, pero se recompuso.
-Yo... quería decirte que desde hace varias semanas que me gustas. Cuando te vi por primera vez yo sentí algo mágico-Puso sus manos en el pecho de Yuno antes de que el pudiera decir nada.-¿tu también lo sentiste? Estamos destinados, hay un hilo rojo que nos conecta...
Antes de que pudiera terminar, Yuno empujó sus manos con una sonrisa amable pero tintada de cinismo. Ella se veía conmocionada.
-Te lo agradezco, ya me lo han dicho varias veces-Expresó.-. Pero yo ya tengo a mi persona especial, y esa NO eres tu. Nos vemos el Lunes.
Pero al darse la vuelta para seguir a Yuki, la chica pelirroja le agarró del brazo y, antes de darse cuenta, ella lo estaba agarrando por la solapa de su camisa, besándolo forzosamente.
Iba a separarla de un golpe, pero el ruido de un crujido lo distrajo y notó, con horror, quien lo había provocado. Yuki estaba parado frente a ellos, con lo que parecía un cuaderno perfectamente organizado en sus manos y su pie pisando una hoja seca-lo que provocó el crujido que había escuchado.-. Su rostro se veía conmocionado, y Yuno podía ver sus ojos azules aguados por lágrimas que aún no había llorado.
Esa imagen le rompió el corazón, así que empujó a la chica y miró a su amor desesperado, rogándole con la mirada que no creyera lo que acababa de ver.
-Yuki, yo-
-¡Ah! Iba a devolverte este cuaderno-Murmuró Yukiteru. Le tendió el cuaderno sin mirarlo a los ojos, y soltó una pequeña sonrisa que desconcertó a Gasai, para luego murmurarle de manera casi confidencial;-Suerte con ella, Yuno, nos vemos el Lunes.
Y antes de poder rogarle que se quedara y le dejara explicarse, Yuki ya se había ido.
-Al fin solos, Gasai.-Escuchó de la chica, pero no le prestó atención. El miedo de que Yuki hubiera malinterpretado todo se había apoderado de el, y no podía pensar racionalmente.
¿Y si Yuki lo odiaba?
¿Y si... pensaba que era un mujeriego, y rechazaba darle una oportunidad?
-Yuno-La chica abrazándolo y llamando su nombre lo distrajo, pero le provocó asco y repulsión inmediatamente.-. Deja de ser amigo de ese perdedor, y ven conmigo ¡El no te merece! Solo es un chico nuevo sin nada especial.
-¡Estúpida puta!
Ya no podía controlarse. Aceptaba que ella dijera cosas horribles por no aceptarla, o que mencionara hipócrita que, a comparación de sus amigas zorras, era una santa. Aceptaba muchas cosas, pero NO QUE ALGUIEN SE METIERA CON YUKI.
-¿Yuno?...
Tomoka soltó un gemido de dolor cuando el agarró su cuello sin el más mínimo cuidado, y levantó su cabeza hasta su altura. Empezó a llorar y rogar que la bajara, pero solo se rió sin emoción y lo apretó más fuerte. Quería matarla con sus propias manos, necesitaba descargar la ira que le causaba que hablara mal de Yuki, su precioso Yuki.
-Jamas vuelvas a mencionar a mi precioso Yuki, pedazo de mierda-Le susurró al oído, asegurándose de sonar claro y tan amenazante que ella empezó a sacudir la cabeza afirmando, con miedo y el rostro purpura por la falta de aire. Inmediatamente la soltó. -. Ahora vete, y no vuelvas a mostrarme tu cara de puta NUNCA más, o sera lo último que hagas en la vida.
Dicho esto, mientras el caminaba hacia su hogar con calma, Tomoka salio corriendo -llorando y hipando. Para Yuno fue un asco, se le salían los mocos de la nariz.- en sentido opuesto, pero eso no le importaba, tenía cosas más importantes en que pensar como en su amado ángel. Pensó en ir al fin a seguir a Yuki, pero se decepcionó al pensar que el ya estaría en su casa, y Yuno no podría ver su precioso cuerpo a la distancia, luego de dejar el autobús.
De hecho Yuki no lo sabía; Yuno vivía a pocas cuadras de la escuela, pero Yuki vivía más lejos y debía tomar el autobús para ir a la escuela, por lo que, para vigilarlo y protegerlo, Yuno varias veces se desviaba. Pero ahora no sería posible, porque el autobús ya estaría partiendo y llevándose a Yuki lejos.
A su inocente y precioso Yuki, con los ojos azules que esperaba solo lo vieran a el y con los labios jugosos que ansiaba besar. Con el cabello oscuro brillante y su aroma embriagante de jazmín. Con su torpeza que tanto enamora, y lo tontito que resulta ser de lo inocente.
Yuki era perfecto para Yuno, y Yuno era perfecto para Yuki. Mientras Yuki era malo en los deportes, Yuno era atlético. Cuándo Yuki no entendía algo en la escuela, siempre podía pedirle ayuda a Yuno.
Ambos eran tan opuestos que eran el uno para el otro; debían estar juntos.
Y si el destino decía que no eran el uno para el otro... entonces Yuno se encargaría de matar a todo aquél que interfiriera.
Porque su precioso Yuki no iba a pertenecerle a nadie más.
NADIE.

02/11
18:25:
Yuki, por favor perdoname. Incluso ya la lastime para que no vuelva a mencionarte con su voz tan asquerosa, tan diferente a la tuya, melodiosa y encantadora.
Por favor ámame Yuki!!!
AMAME
Si no, voy a volverme loco. Necesito tenerte de una vez.
No creo que pueda aguantar mucho mas.

Obsesión Carmesí (YAOI) (GAY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora