Ekatherina
-Todo era un caos había sangre, humo, gritos y personas corriendo abatidas con terror presente en sus rostros y criaturas a mi alrededor matando, destrozando, desmembrando de las peores maneras a las personas a mi alrededor, estas criaturas que decidí llamarlas de esta manera porque tenían alas muy extensas de color negro con membranas parecidas a las de los murciélagos como a las típicas ilustradas en las imágenes de los demonios pero estas no eran precisamente terroríficas sino más bien llamativas tenían grabados y diseños muy bellos en dorados y rojo que parecían brillar; en los brazos de algunos se podían distinguir estos mismo grabados otros por la cara u otras partes del cuerpo, cabellos largos y piel muy blanca y fina como la porcelana.
-Cubiertos en sangre con sonrisas en sus rostros, se notaba la felicidad que emanaba de ellos por los actos tan horribles que estaban cometiendo uno de ellos se dirigió con una sonrisa a mi tan bello tan imponente tan terrorífico. Caminaba hacia a mí y cuando me miró fijamente la confusión se presentó en su rostro y se acercaba a mí el pánico entro a mí y quise alejarme, mire hacia mi torso manos y piernas y me vi de la misma manera en que ellos estaban cubierta de sangre y el pánico me envolvió di un grito y caí al suelo este me grito algo que no logre escuchar con claridad y todo se volvió negro...
-E-eka..-e-katherina despierta estas bien.. escuche a lo lejos en un hilo de vos casi inaudible y abrí lentamente los ojos dejando ver frente a mí a un hombre muy bello para dar detalles ... al salir de mi trance de su belleza las imágenes de las últimas horas comenzaron a pasar por mi mente y sentí mi corazón dar un brinco en mi pecho y mis ojos empañarse por lagrimas que amenazaban con salir abruptamente de mis ojos. El me miro de manera preocupada y me ayudo a reincorporarme
-¿Estas bien? Me pregunto con un tono de preocupación en su voz
-N-no... respondí suave – no sé qué está pasando, tengo miedo -le dije
-El solo me sonrió de manera tierna como cuando un niño dice que le tiene miedo a la oscuridad – todo estará bien- me dijo solamente y yo sentí que así lo estaría el me provocaba ese sentimiento de tranquilidad.
-Tenemos mucho de qué hablar- volvió a hablar- y cosas que contarte pero creo que mejor será después me dijo volviendo su rostro y mirada hacia otro lugar en la habitación por lo que yo también lo hice percatándome que ahí estaba el chico que me salvo de ser asesinada hace unas cuantas horas atrás.
-Me miraba si expresión alguna en su rostro no lograba descifrar en que estaba pensando en ese momento.
-Por ahora descansa dijo Samuel mirándome dulcemente
-Yo solo asentí había sido una noche muy pesada y me sentía fatigada tanto física como mentalmente necesitaba descansar no sabía si ahí estaba segura pero decidí quedarme ahí sin decir nada ni protestar
-Si necesitas algo estaremos abajo me dijo este antes de salir y cerrar la puerta al parecer estaba en la segunda planta en un bello cuarto estilo victoriano con muebles impecables de igual color blanco y sabanas suaves de un tono azul intenso, un armario muy grande, un tocador con un espejo con bordes decorados, una ventana que al parecer conducía a un enorme balcón decidí solo recostarme después tendría tiempo, creo, para ver la habitación.
-Me deje dominar por el sueño que me abrumaba y cerré mis ojos dejándome llevar a un mundo de sueños esperaba no tener otra pesadilla igual a cuando me desmaye.
Narra Samuel
-Ella ya estaba en mi mansión ahora, la había dejado descansar por que habían muchas cosas que necesitaba saber y no se encontraba lista.
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DOS ALMAS - infierno en el alma
Mistério / SuspenseEkatherina una joven de 19 años sin preocupaciones ni ambiciones más que vivir tranquilamente y feliz pero el día más apacible se convertirá en él génesis de lo que será una tormenta sin precedentes descubriendo poco a poco los secretos que esconde...