Capítulo 2: "Un viejo amigo"

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Era un día normal, Ángela se encontraba trabajando y su hermano en el departamento (porque seguía suspendido) cuando de repente aparece un hombre en la puerta.

Ding, Dong, Ding, Dong. Sonaba el timbre de la puerta. Voy. Gritaba  Haiden. Cuando abre la puerta estaba él un hombre alto y vestido de traje con un ramo de flores en sus manos. Aquí vive Ángela Scobich?  Preguntaba nervioso. Si por qué, que necesita? Preguntaba Haiden serio. Ah, tu debes ser Haiden el hermano menor de Ángela. Cómo sabe mi nombre? Preguntaba Haiden aún más serio. Su hermana me ha hablado mucho de usted. Decía el hombre sonriendo. 

Entonces llega Ángela. Perdón Hai... y tú que haces aquí? Pregunta enojada. Pensé que podía venir a visitarte además te traje este ramo de flores. Gracias. Decía Ángela entre dientes. Y cómo te va con... ya sabes que. Prometimos que de eso no íbamos a hablar, además Haiden está aquí. Decía Ángela  enojada. Pero ya sabes lo que nuestros padres quedaron antes de que murieran.Dijo el chico preocupado. No me lo recuerdes, ya sabes que no lo voy a hacer, no voy a ser tu esposa, estamos muy bien viviendo solos, no me haces falta. Decía Ángela enfadadísima. Hermana, no lo hagas, mira tu brazo. Gritaba Haiden. Entonces la joven mira su brazo y se estaba poniendo escamoso y rojo.

Al ver esto el hombre que estaba con ellos se sorprende. Ya viste tu brazo, eso te pasa cuando te enojas. Dice dándose la razón. Ahora vengo te voy a hacer un té, espérame aquí, y Haiden ya sabes qué hacer. Decía mientra caminaba a la cocina.

Después Haiden se va corriendo a su habitación a buscar una caja de música y empieza a darle cuerda. De repente el brazo de Ángela se vuelve de un tono y color normal. Gracias hermanito. Dijo la chica sonriendo.

Bueno, aquí tienes tu té, tómatelo y recuéstate un rato. Dijo serio. Gracias. Dijo Ángela desviándole la mirada.



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