Te quiero, te quiero odiar.
Sí, porque sé que solo odiándote podría dejar de sentir este dolor,
pero, ¿Cómo odiarte si te amo tanto?
Miles de intentos han fracasado queriendo encontrar motivos para odiarte,
pero a cambio obtengo miles más para amarte.
Te odio porque te amo y me odio tanto por no poder odiarte.
Me resigno, sé que solo amarte podre,
el odio que tengo es solo mío por tratar de olvidarte.
Ahora lo sé y con todo el afecto de mi ser te digo que odiaría no amarte.
ESTÁS LEYENDO
Susurros del alma
De TodoPensamientos hechos textos, emociones y sentimientos que se abren paso en forma de palabras para ser entendidos.