Capítulo 1

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Hoy me encuentro acostada en el borde de la cama, de proporciones gigantes, la compre hace dos semanas, pensando que la comodidad podría lograr que Morfeo llegue a mi antes que abandonarme como lo hizo con mi anterior colchón, eh logrado dormir muy poco, pero un poco más que con el anterior.
En un intento de no caer en el insomnio, también me compre almohadas y almohadones, de esos que pasan por la tele, si, esos mismos que prometen no arruinarse y están echos a la última tecnología en un intento desesperado por poder conciliar un poco mi sueño.
Pero es imposible, el diseño de mis almohadas me desvelan y pienso como se hicieron, en donde, cuando y hasta de como hacen el hilo de esos colores hasta que amanece.

Hoy vino Leonel a "dormir", y una de mis almohadas tienen impregnado su olor, ese perfume tan fuerte que usa me revuelve el estómago, combinado con tabaco barato.
Leonel es un hombre que trabaja para mi, nos conocimos hace 2 meses en el trabajo, es casado, dos hermosos niños y una fantástica esposa, delgada, una modelo en su juventud pero dos hijos no vienen solos.
Me pregunto porque teniendo una familia tan maravillosa, esta acá conmigo, contándome con alegría los logros de sus hijos, Brian tuvo un 10 en matemática e Hiran ganó su primer campeonato infantil en fútbol.

Antes de irse a llevar a sus hijos al colegio e inventar una excusa a su mujer, se despidió de mi con un beso, ese beso tan vacío para mi, que no conmoveria ni en la mas dulce pelicula romántica, ni ganaría ningún premio a la mejor actuación ( Mia porsupuesto).
Ay Leo querido, como lograste conquistarla, como la sigues amando estando conmigo, como esto que haces no cambia tu relación con ella.

Hoy me encuentro sola, en mi departamento, pero también sola en la vida, puesto que aquellos con los que decido compartir un poco de esto que llamamos viva me han traicionado y lastimado y por alguna extraña razón los sucesos desafortunados se dan en este exclusivo lugar que llamamos habitación.

Me siento encerrada en mi propia mente con el silencio que invade toda mi habitación, tan muerta, tan deprimente.
Intente todo para darle vida, cuadros, muebles, flores, ropa, estantes, libros, peluches, decorado, etc.
Pero nada da algún cambio positivo.

La puerta suena y me levantó para atender el golpe con una translucida camiseta y el pelo desarreglado de la noche con Leo, para mi sorpresa era aquella mujer perfecta, de rostro simpatico, ojos verdes, cabello rubio y sonrisa falsa.
La mujer de mi "querido" compañero de trabajo Leo.
Su rostro forzado a sonreír y a punto del colapsó me pidió con amabilidad pasar y no lo negué, no soy una mujer de mucho rodeo.
Le ofrecí un té y aceptó con gusto, como si fuéramos amigas de toda la vida.
Le pregunté su nombre y a que venía a mi departamento.
Y me dijo que era la esposa de Leonel Y que hace mes y medio venía con actitudes sospechosas.
Le di su té y me senté en el sillón.

-¿ No es la primera vez que pasa la noche aquí?.- Me pregunto como si fuéramos amantes y confidentes de los actos que ella se imaginaba en su mente.

- No, es la primer noche y pretendía que fuera la última.-Leonel era bueno en lo que sabía hacer, tes trigueña, ojos almendra, cuerpo tonificado pero no muy grandote, cabello negro, la fachada de un jugador de fútbol.

-Hace mucho se conocen?.- Pregunto como si yo ocultara algo, pero casi estaba al desnudo literalmente, ella cada tanto se le escapaba un vistazo a la camisa.
-No.- Respondí.-Lo conozco del trabajo, soy su jefa sabía de tu existencia y la de tus hijos, me alegro de la familia que formaste con ese estupendo hombre, para ti claro esta.- Su mirada fija hacia mi con tanta incredulidad y sus pupilas dilatadas, observando luego a la nada, como si pensará que no era la única.

-Comprendo, Leonel es un buen esposo, me complase saber que te ah hablado bien de mi y de mis hijos.-Esta mujer tenía algo raro y le pregunté.
-¿Leonel no ah estado con otras? ¿Cómo una mujer de tu categoría, tan delicada y de buenos modales acepta la infidelidad de su esposo sin siquiera poner un alto o dejarlo en el momento? ¿Despecho?¿Interés? -Me observó por un momento y tomó un sorbo de su té, sonrio levemente por un instante y me dijo

-Así lo conocí, así lo quise y lo querré, tenemos 2 hermosos hijos, vivimos bien aquí. Se que no cumplo sus deseos y no me siento menos mujer por ello, pero lo amo y el me ama...

La ingenuidad o idiotez de la mujer que tenía en frente me pareció algo increíble, un intento desesperado para conservar el modelo perfecto que ella tenía de familia, y seguramente heredado se sus padres.

-¿Cúanto tiempo llevas casada con el?. -Pregunté.
-15 años. -respondió con la cabeza gacha.
Se levantó sin mirarme y se dirigió a la puerta.
La miré, su vestido elegante y ajustado color rojo, una cintura curva y no se notaba que allá tenido 2 embarazos. Unos tacos altos color bordo que hacían juego con su cinto y bolso, un peinado suelto pero recogido por la mitad de sus ojeras y un collar de perlas fino y miré su mano y allí estaba ese anillo tan preciado, se contemplaba la delicadeza de ese anillo. 15 años en ese dedo y las promesas que venían en el.
Agarré de la mano a la mujer y la abracé, la miré y le di un beso en la comisura de sus labios para luego despedirla.
Ella me miró, se disculpó y se marchó.
Cerré la puerta tras de ella y volvi a mi cama, esa charla tan corta y directa me canso y pude conciliar el sueño aunque sea breve.
Hoy voy a poder descansar con el horrendo perfume de Leonel y la "extraordinaria" charla de su esposa.

Durmiendo solaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora