Respiré hondo, posiblemente estaba a punto de cruzar el portal de mis ídolos, y...¿Quién sabía lo que podía haber al otro lado? Solo dios escribía las líneas de mi destino.
Así que llamé al timbre, que resonó levemente en el interior del apartamento, nadie abrió la puerta; Pues era natural, ¿Como unas personas famosas, podrían abrir a tal desconocida?
Suspiré, estaba derrotaba; Había sido un día largo, y, ¿Dónde iba a pasar la noche?
No tenía otra opción que, adentrarme mañana en su casa, y hoy por hoy, quedarme a dormir a algún lugar de confianza.
Procedí a subir a la última planta, y me senté en las escaleras.
Cuando de pronto, una mujer mayor, salió de su piso. Pude girar la cabeza y pude contemplar a la mujer peliazul que ví antes entrar en este piso.
Ella me miró, como si buscara algo desesperadamete.
—¿Qué haces aquí tan sola, muchacha?
—Yo, yo... —Vacilé. —Bueno...
No tenía otra opción que poner al día a la peliazul, y explicarle minuciosamete la verdadera razón por la que vagaba por aquella ciudad.
Ella me lanzó una sonrisa.
Ella me invitó a pasar a su casa, y dijo que, podía pasar la noche allí.
—Soy April. —Me presenté, mientras andaba hacia el interior.
—Yo Michelle. Michelle de Orly. —Dijo formalmente.
Sonreí y me adentré en aquel sobreacojedor pisillo, pese a que la dueña era muy extravagante, el piso era neutral, adornado con marrón y muebles de origen Italiano, donde pude intuir que aquella mujer era de cerca.
—¿Usted...es Italiana?
Ella asintió con la cabeza al instante.
—Quizás no lo parezca pero soy nativa de ese maravilloso país. Nací allí, pero pasé casi toda mi vida viviendo en Alemania, hermosa. Hablo Ruso, Alemán, inglés, francés, español, y desgraciadamente no hablo Italiano, pues solamente viví allí un par de años. Finalmente viajé aquí, a españa, el hermoso Madrid. Pese a eso, me considero Italiana. —Relató.
Pasé toda la noche en vela; Las maravillosas historias de la señora de Orly eran verdaderamente fantásticas.
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El dictador. (Gemeliers)
Aléatoire¿Qué pasaría si tus propios ídolos estuvieran sometidos bajo las órdenes de un estricto dictador? ¿Quién hubiera imaginado que el dúo tan popular, tan famoso en españa, se viera obligado a desaparecer por la culpa de un simple dictador? Así es, Apri...