Él.

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A la mañana siguiente de inmediatamente me acorde de los gemidos de mamá, era la primera vez que los escuchaba, por un momento pensé que mi papá le hacia daño a mi mamá pero después quede tranquila por que mamá le pedía más cada cinco minutos. Sé que tuvieron una noche radiante o por lo menos eso parece.

Recordé también sobre mi sueño pero no le puse mucha importancia, solo me llamaba la atención aquella sensación que experimente al dormir y soñar.
Deje que que el pensamiento se fuera rápidamente de mi mente, no quería pensar en sus ojos cafés ni mucho menos en lo bien que le quedaba esa camisa ajustada.
Así que tenia que entretenerme con algo, decidí preparar el desayuno a mis papás para qué no solo tuvieran una noche especial si no que también disfrutarán de una mañana bonita.

Un momento mas tarde cuando ya estaba todo preparado ellos se levantaron tomados de la mano sin borrar esas sonrisas que les llegaba de oreja a oreja. Yo estaba muy segura de que ese romance no duraría mucho pero debía de ser positiva y aprovechar ese momento cariñoso con ellos, como una familia.

Ellos estaban amorosos tanto conmigo como el uno con el otro, reíamos y en algunas ocasiones me preguntaban cosas lo cual yo movía mi cabeza de arriba abajo afirmando, y sonreía cada vez que mi papá o mi mamá me miraban.

- ¿Como va el estudio? - Preguntaba mi papá mientras se echaba otro bocado de pan a la boca.
Y mi mamá no miraba como el príncipe azul.

Yo, asentía y sonreía...

- ¿Todavía no consigues un... novio? - me dice mamá sin mirarme y papá se le borra la sonrisa en un segundo.

- No - Dejo que caiga el tenedor al plato haciendo que mi papá se tense por la pregunta y por que sabe que me duele que me hablan de novios. - Aun no puedo olvidarlo, no logro sacar su mirada de mi mente, y por cierto mamá, cuando consiga uno, seras la primera en enterarse así que no me preguntes tiempo antes.

Me retiro y me encierro en el cuarto.
No puedo evitar llorar, y golpear algo, tengo mucha rabia, dolor, son tantos sentimientos que salen a flote que me dan ganas de vomitar.

Su mirada se cruza por toda mi mente, de su boca saliendo mi nombre, me mata pensar en él.

- Jack... - Susurro rompiendo en mis pedazos al decir aquel nombre.

Su amor borra mis heridas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora