Volveré A Ti - Ziam

Sentimientos

Narra Liam

Después de todo lo sucedido la sangre me hervía y lo único que quería hacer era llegar a casa, dirigirme a mi gimnasio y golpear con todas mis ganas la bolsa de boxeo. Yo nunca había tratado a Zayn como a una puta cualquiera, es más, yo lo respetaba sea en una fiesta o en nuestra misma casa; ver al estúpido de su nuevo esposo me dio asco y me puso tan celoso, todo lo que dijo de Zayn, como le apretó el trasero e incluso como lo beso, era asqueroso, Zayn había permitido que otro hombre toque su cuerpo de la forma más asquerosa, como un Sugar Daddy... y me dolía, me destrozaba, por que recuerdo muy bien las noches de travesura entre ambos, las noches en las que se le ocurría portarse más travieso de lo común y pedirme que me comporte como su Sugar Daddy.

El semáforo se tornó rojo y traté de calmarme, pero el terrible ruido de la bocina tras mío sólo me enfureció más, y lo único que pude hacer fue sacar mi brazo por la ventana, estirarlo y sacar el dedo del medio, la bocina calló y el semáforo se tornó verde, estaba a 5 cuadras de llegar a casa y llegué, sé que conduci como un loco, un loco desquiciado, pero realmente me enfurecía y me dolía ver a Zayn con otro hombre. Llegué a casa y la grandiosa reja blanca se abrió dejando a la vista mi disimulada mansión blanca, el guardia cerró la puerta y me saludó con la mano pero yo simplemente conduci el auto hasta la gran puerta blanca de la mansión, el mayordomo Carter se acercó en cuanto bajé, saludó y cogió las llaves para guardar el auto, seguro ya debía irse, su hermosa esposa lo esperaba en casa. Subí unas cuantas escaleras y llegué a la gran puerta de madera blanca, la abrí y tras ella encontré a la señora de limpieza, Madison, ella sonrió y me miró con una alegría en los ojos, a pesar del cansancio y las pequeñas arrugas que tenía en el rostro.

Sra. Madison: Buenas noches, joven Payne, ¿Qué tal su día?.

Liam: Repugnante, Madison... (Suspire algo agotado, aún con la rabia recorriendo todos mis sistemas)

Sra. Madison: ¿Larga fila en el súper mercado?. (Limpiando un hermoso florero de porcelana)

Liam: Peor, ¿Recuerdas a Zayn Malik? El único hombre que amé en toda mi vida..., al que dejé marcharse de mi vida, al que desafié porque no creí que me abandonaría, con el maravilloso hombre que tuve y tengo una bellísima hija... (Se me quebró la voz y la rabia volvió)

Sra. Madison: Por supuesto, joven, debo recordarlo cada vez que le viene uno de sus ataques de ira.

Liam: Está aquí, en Inglaterra nuevamente y se caso con un hombre repugnante. (Cerré los ojos para tratar de calmarme)

E instantáneamente escuché escuché el florero estrellarse contra el suelo y romperse en mil pedazos, tal cual mi corazón lo había hecho hace un momento, miré a Madison y ella se quedó en shock. Madison era como mi madre, me conocía apenas hace 3 años y ya sabía todo de mi, sabía mi grandiosa, maravillosa y a la vez devastadora historia con Zayn Malik, y todo gracias a mis ataques de ira, recuerdo la primera vez que ella estuvo presente en uno de ellos y no supo como tranquilizarme, esa noche destroce hasta el último objeto de porcelana y cristal que había en toda la mansión y todo por que había encontrado el obsequio de nuestro último aniversario de parte de Zayn, un hermoso cuaderno morado con fotos de ambos, recuerdos hermosos, incluso cartas que nos escribíamos en clases o cuando discutíamos o incluso para recordarnos cuanto nos amábamos el uno al otro, todas esas cartas metidas en sobres pegados en hojas blancas y decoradas, y en la última hoja del cuaderno fotos tomadas por Zayn con nuestra bellísima hija en nuestros brazos o sólo en lo los míos y con la frase escrita en letras grandes: "Mi pequeña hija y mi esposo de toda la vida, Liam Payne. Para serte sincero, la primera vez que te vi, no creí que llegarías a ser tan importante para mi.", Zayn siempre tuvo alma de poeta tanto como de artista y eso me volvía loco por él. Madison volteó a mirarme y una lágrima recorrió su rostro, y corrió a abrazarme, se apartó y me miró a los ojos.