Latidos

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*Flashback*

Narra Zayn

Recién ha pasado un año desde que vivo acá en Francia con mi pequeña Alison, mi nariz se congela de frío y camino con Alison en mis brazos por el parque, es algo complicado y estoy agotado, sólo ansió llegar a casa, son las 7:25 de la noche, hace una hora y media acabaron mis clases de arte así que fuí a recoger a mi preciosa princesa, el día de hoy tiene un hermoso abrigo polar blanco, un Jean, panties medias largas blancas y unas botitas Timberlake blancas, su cabellito va suelto y aún es algo corto, en su cabeza lleva un gorro de lana blanco y pequeñas orejeras blacas, y en sus manitos guantes de lana blancos, podrías gastar todo mi dinero por protegerla a ella. Por otro lado yo tengo un Jean negro algo agustado, unas botas de militar negras, una camisa negra y un abrigo polar plomo con un sueter negro bajo este; no estaba tan abrigado como ella, pero el calor de su pequeño cuerpecito me parecía suficiente.

Alison: Papi...(Se frotó un ojito observándome dulcemente)

Zayn: Si, cariño.

Alison: Hambre, papi, tengo hambre. (Bostezo)

Yo sonreí ante sus pequeños y dulces gestos y estaba dispuesto a alimentarla, pero estaba demasiado sobrecargado. Tenia el pequeño cuerpo de mi niña en el brazo izquierdo, en el hombro tenia el bolso para bebé de Alison, en la espalda mi mochila de materiales, que sinceramente estaba algo pesada y bajo el brazo derecho mantenía un lienzo del tamaño de todo mi torso, sería algo imposible sacar la mamadera del bolso de Alison. Miré a mis alrededores y el parque estaba vacío, seguramente por el frío, observé el cielo y estaba nublado, parecía que fuera a nevar. Podía observar los negocios llenos de luz y seguramente calefacción, lleno de gente observándome mientras conversaba con su acompañante, tomando un delicioso café caliente. Puse el lienzo en el suelo, apoyado a mi pierna,y saqué la mamadera de Alison, tenia media mamadera llena de leche y por suerte aún estaba tibia, cerré el bolso, la acomodé de mejor forma y se la dí, alcé el lienzo y seguí caminando con mucho más frío. Alison rodeó mi cuello con sus bracitos y apoyo su pequeño mentón en mi hombro para así disfrutar de su sabrosa leche tibia. Depronto la nieve empezó a caer y traté de apresurar el paso, maldije y maldije en mis adentros, Alison no podía enfermarce en épocas de frío por su delicada salud y seguro que lo haría.

Traté de apresurar el paso mientras aferré más a mi niña a mi cuerpo, tratando de ocultarla bajo mi abrigo, y a unos 35 metros de distancia pude visualizar un BMW negro parquear junto a la acera, de él salió una muchacha esbelta figura muy bien cuidada, llevaba unas medias pattie plomas claro, unas botas con taco negras hasta la rodilla y un precioso abrigo de piel negro que llegaba hasta más de la mitad de los muslos, sus cabellos dorados en una coleta se movían al ritmo de sus caderas, y un paraguas negro la protegía de la nieve, junto a ella salió un chico de cabello castaño y piel lechosa, pero el sólo llevaba una chaqueta café, un Jean azul y unas botas caqui; hasta que vi al conductor, tenia el parecido físico de Liam, excepto por la cabellera dorada, y claro, él si parecía maduro, llevaba un Jean algo ajustado negro, un abrigo cerrado del mismo color, y una bufanda de lana ploma algo masculina, y por último unos converse negros; por alguna razón me recordaba a la apariencia de Liam. Hace tiempo que no me fijaba en un hombre.

En pocos minutos sólo los tenia a tres metros y pude observar la mirada de los tres sobre mi, la de la muchacha era intimidante junto a esos ojos azules claro, él que la toma de la mano era de ojos café profundo y se refugiaba bajo el paraguas de la chica, y el que parecía a Liam tenia su dulce e intimidante mirada, esos ojos miel que me causaban seguridad, y depronto una sonrisa apareció en su rostro al pasar junto a mi, sentí el ardor y rubor involuntario en mis mejillas y traté de seguir con mi camino, hasta que escuché un golpe, algo había caído contra el suelo, pero no quería voltear por la vergüenza, pude escucharlos frenar el paso y hablar a mis espaldas, no comprendí muy bien lo que dijeron por su perfecto francés así que seguí caminando hasta que sentí que uno de ellos se dirigía a mi, no giré y seguí, pero una mano fuerte y varonil me tomó por el brazo derecho, frenando de golpe giré y pude observar al bello muchacho de los ojos miel con una perfecta sonrisa, sus ojos recorrían cada centímetro de mi rostro y en cuanto estos se toparon con los míos sus mejillas ardieron en un rojo carmín; bajé la mirada y pude ver la mamadera de Alison. Seguro ella se había dormido y la dejó caer justo cuando ellos pasaron, ¿Destino?.

Volveré A Ti - ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora