Capítulo 30

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Narra Darcy:

En el camino para ir a por Diana, me temblaban las manos. Mike intentaba tranquilizarme pero Diana era demasiado especial para mí.

Llegamos a casa de Jace. Primero decidimos darle una vuelta a la casa para ver si podíamos llevarnos a Diana sin entrar. Imposible.

-Mike tengo que entrar-dije sin verla.

-Vamos-se levantó dispuesto.

-No. Debo entrar sola, quédate fuera por si tienes que coger a Diana.

-No te voy a dejar sola Dars, vamos los dos-dijo firme a lo que ya no pude oponerme.

Entramos a una habitación y para nuestra suerte, Diana estaba allí con su muñeco preferido.

-¿Estás bien?-dije al tenerla abrazada a mí.

-Si...-dijo en voz baja.

-Vámonos-dije levantándome y mirando a Mike.

Pudimos salir sin ver a Jace. Mike se ofreció a conducir ya que nada más montarme en el coche estallé en lágrimas.

Llegamos a mi casa y Diana se tiró a mis padres.

-Gracias Mike-le sonreí.

-No es nada-sonrió-Me voy, mis padres deben estar preocupados.

-Claro-le sonreí y se fue.

-Dars-me llamó mi padre-¿Todo bien?

-Si papá-le sonreí a medias y él me hizo un gesto con la cabeza para ir a la cocina.

-¿Quién la ha secuestrado? Lo voy a denunciar.

-Ha sido...-agaché la cabeza para después mirarlo-Jace

-Ese hijo de...

-Papá, no lo denuncies, por favor. Te prometo que no pasará nada más de esto.

-¡¿Qué no lo denuncie?! ¿En qué estás pensando?-dijo algo alterado.

-Papá sé lo que hago y creeme que la mejor opción es no denunciarlo.

Después de un rato, pude convencerlo y subí a mi habitación. Me senté en el asiento que había en la ventana y apoyé mi cabeza en la pared mirando al techo.

¿Que habría hecho para que secuestrara a Diana?

Supiré y otro mensaje me llegó.

"Que te la hayas llevado victoriosamente, no quiere decir que esto acabe aquí. Te quedan muchos que sacar de aquí"

Lo bloqueé y lo dejé. Escuché las voces de mis tíos y de Aydee y Naim. No estaba de ánimos para bajar. Me quedé mirando el cielo medio nublado medio despejado. Los pájaros volaban libremente y las nubes se movían lentamente,sin prisa, haciendo que con ellas pase el tiempo.

-Dars...-una voz me distrajo de mis pensamientos.

Naim.

-Hola-le sonreí a medias.

-¿Cómo estás? ¿Ha ido todo bien?-se sentó frente a mí.

Era la primera persona que me había preguntado que como estaba. ¿Irónico, verdad?

-Estoy bien pero mi cabeza está maquinando mucho.

-¿Qué maquinas?

-¿Por qué se la ha llevado a ella? ¿Por qué a la que menos culpa tiene? ¿Por qué no a mí?

-Piensa que si te lleva a ti, no conseguirá nada pero llevándose a tus seres más queridos, te hiere más fácil y rápidamente. Simplemente, no le sale rentable-se encogió de hombros.

-Idiota que fui al confiar en él-susurré pasando las manos por mi pelo.

-Nadie elige con quien estar en cada momento de su vida Dars. Tú no sabías como era él al principio de todo esto.

Lo miré y todo se me olvidó. Entrando por completo en una burbuja que no quería que se explotara. Me reí.

-¿De qué te ries?-dijo riéndose.

-Parece que te has leído algún libro de filosofía-me reí y él conmigo.

¿Qué había pasado? Ni yo misma lo sabía. Llevo con Naim toda la vida y hay cosas a las que aún no le he visto el porque.

Estar con él significaba olvidarte del resto del mundo. Me siento la chica más afortunada por saber que tengo a una persona a mi lado para caminar junto a mi, detrás por si me caigo y delante para abrazarme. Naim era de esas personas totalmente inocentes y amables.

Después del día que pasamos vagueando en mi habitación comiendo de todo, viendo películas, escuchando música... Uno de los días para marcar en el calendario porque sin nada hicimos de todo.

(...)

Varios días después, todo se ha calmado un poco. Diana ya no está tan asustada y Jace, por el momento, no ha dado señales de vida.

¿Novedad? Andrew, el chico de la cafetería, ha conseguido mi número. ¿Como? Ni idea pero me había invitado a tomar algo. Y yo, acepté.

Ya estaba lista. Decidí ponerme unos vaqueros, unas bailarinas rosa, una camiseta blanca basica y una chaqueta de vestir rosa. Dejé mi pelo suelto, cayendo por mis hombros. Me puse una pulsera y bajé.

-Mamá, me voy-dije desde la puerta de la cocina.

-¿Dónde vas?-dijo mirándome de arriba a abajo.

-He quedado con un chico-dije nerviosa y mi madre levantó una ceja.

-¿Chico?

-Sí mamá, no tardo-me acerqué a ella y le besé la mejilla.

-Dars-me cogio de la mano, sabía lo que iba a decir.

-Lo sé mamá-bufé-Solo cuando sepas que es el adecuado,lánzate a la piscina. Antes que papá hubieron dos y se fue a la mierda-la imité.

-Pásalo bien-me sonrió.

Salí de casa y negué con la cabeza. Cuando Emily y yo eramos pequeñas mi padre, antes de dormir, en vez de contarnos los típicos cuentos de princesas, nos contaba anécdotas que vivió con mamá antes de venir nosotras. Em y yo siempre acababamos diciendo que queríamos un príncipe, tal y como lo era papá para mamá.

Llegué al lugar donde había quedado con Andrew. Allí estaba él.

-Hola-sonreí.

-Hola Darcy-sonrió-¿Vamos?

-Claro-me puse a su altura y empezamos a caminar.

Nos hicimos preguntas de todo tipo y una de ellas fue...

-Andrew, ¿Cómo has conseguido mi número?-pregunté.

-Una de tus amigas me lo dio sin pedirselo-se rió-Me dijo que te llamara y que quedaramos.

-Como no-susurré para mi rodando los ojos.

-Creo que era Le...¿Lena?-levantó una ceja.

-Leah-corregí.

Terminamos con buen pie ya que decidimos ir al parque de atracciones. Nos montamos en varias atracciones, jugamos a los juegos de los puestos y comimos chuches y algodón. Creo que no se podría mejorar pero, de todas maneras, mataría a Leah.

Continuará...

DRAG ME DOWN (PRIMERA TEMP.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora