Ron Weasley y Hermione Granger estaban llegando a la estación King's Cross, su hija Rose y su hijo Hugo iban a ingresar a Hogwarts (el último por primera vez).
Al llegar al andén del maravilloso tren a vapor, algo que cambiaría las vidas de todos ellos sucedió: Ron Weasley, al cargar el baúl de su inocente hija, rozó accidentalmente el brazo de quien había sido su primer y único amor, Draco Malfoy.
Flashback (sexto año)
Draco observaba con recelo a la inminente y estúpida pareja de Ron y Lavender, no le agradaba el nuevo giro de los acontecimientos, esa tal Lavender era conocida por ser una chica fácil y tonta. Despechado, el bello rubio platinado se alejó de allí con los ojos acuosos, sin siquiera saber el porqué. Pero no tuvo en cuenta que Weasley lo había visto, sus azules luceros habían captado el brillo de las lágrimas en los tristes ojos de Malfoy, y sin ser capaz de detenerse, decidió seguirlo torpemente.
Al estar corriendo desenfrenadamente, sin mirar el camino, el Slytherin se topó con el célebre cazador del equipo de Quidditch de Gryffindor y ambos cayeron al suelo.
-Ay- dijo el rubio frotándose la cabeza,- ¿qué no miras por donde vas?-.
-Fue tu culpa y lo sabes. Has salido corriendo sin mirar del gran comedor- puntualizó el rey de los leones.
Pero el príncipe de las serpientes ya no lo estaba escuchando, se había quedado paralizado observando los labios de Ronald. Entonces sucedió, sus labios se encontraron en un tímido beso, que fue aumentando en intensidad hasta que, en tácito acuerdo, ambos se separaron para poder recuperar el aliento.
Luego de unos largos segundos y un placentero silencio, el bello chico de ojos grises habló.
-Te amo comadreja, lo he sabido desde ese día en el que tenías esa adorable mancha en tu nariz- afirmó Draco mirándolo a los ojos. -Pero lo nuestro no va a funcionar... Debemos pretender que nada ha ocurrido, a pesar de nuestros sentimientos mutuos.-afirmó y abandonó aquel desolado pasillo en el cual se había atrevido por primera vez a demorstrar sus emociones a el chico pelirrojo de sus más preciados sueños.
Fin del Flashback
El pelirrojo terminaba de recordar el mejor momento de su vida, mientras que, con amargura, pensaba que todo había resultado muy diferente a lo que él hubiera deseado. Ronald se había casado con su sabelotodo esposa, Hermione Granger, pero no era feliz con ella.
Él nunca había estado enamorado de aquella mujer quien siempre creía tener la razón por sobre los demás, pero había intentado amarla para no aceptar su imposible realidad: su verdadero amor era aquel hermoso rubio platinado.
Cuando Ron había entendido por fin que no la quería y nunca podría querer a alguien como ella, algo inesperado había sucedido: Hermione había quedado inoportunamente embarazada y Ron no podía simplemente dejarlos. Esa fue la razón por la que decidieron casarse; Hermione totalmente embelesada con el pelirrojo (o al menos eso era lo que él creía) y Ron, nostálgico, fantaseando con el Slytherin. Pero el gryffindor se equivocaba ya que la insoportable hija de muggles tenía un amante secreto: Viktor Krum, y el varón más joven de los Weasley estaba a punto de descubrir su traición.
El hijo único de Narcissa y Lucius Malfoy se apartó rápidamente del chico de bellos ojos azules, volver a sentir su contacto había despertado en él algunos sentimientos que creía ya perdidos. Fugazmente, pensó en cómo había desaprovechado las oportunidades de amar a alguien con el alma, como él amaba a Ronald Weasley. La vida lo había llevado por caminos inesperados: se había casado con una mujer que lo amaba perdidamente, pero a pesar de su triste intento de corresponder con los sentimientos de su esposa, Draco no había logrado sentir por ella más que una simple amistad.
Trágicamente, Astoria había sido asesinada hacía unos meses por un ex-mortífago que clamaba que el chico Malfoy los había traicionado, y su familia debería pagar el precio de su deslealtad. Su trágica muerte había sido un duro golpe para Scorpius y su padre: el niño había sufrido mucho al perder irremediablemente a su querida madre y Draco sufría por haber sido, de alguna forma, culpable de su muerte, ya que a pesar de que él no la amaba como amaba a Ron, le tenía un infinito aprecio.
Ronald comenzó a buscar a su perfeccionista esposa por toda la estación de King's Cross, pero al localizarla quedó estupefacto: Hermione se estaba besando apasionadamente con Vicky Krum sin darse cuenta de que su marido los había descubierto. El pelirrojo, con la cara roja de ira, exclamó:
-¿CÓMO PUEDES TRAICIONARME DE ESTA FORMA? ¿ACASO NUESTRO MATRIMONIO Y NUESTROS HIJOS NO SIGNIFICAN NADA PARA TI, PERRA DESALMADA?
Pese a que Ron no amaba a esa mujer, su traición le dolía: habiendose conocido hacía tantos años (aunque, secretamente, él no la soportase del todo) y por cómo ella parecía amarlo (al parecer, pura actuación) nunca hubiera pensado que la castaña romprería su confianza de ese modo, especialmente teniendo en cuenta que ellos eran una familia y tenían dos bellos retoños que ahora se encaminaban al famoso castillo sin saber lo que su infiel madre había hecho.
-Lo siento Ronald, ya no quiero estar contigo.- espetó con cruel indiferencia. -Cuando eramos jóvenes y estábamos en cuarto año, me enamoré de Viktor. Yo realmente lo amaba y él sentía lo mismo por mí. Pero se vio obligado a dejar el país, dejándome atrás. Luego de un tiempo me cansé, no soportaba la falta de contacto físico... Tú entiendes a lo que me refiero -dijo insinuante la descarada mujer. Entonces- continuó con su relato- me di cuenta de que para algo existías, aparte de para ser el segundón...-sonrío con desprecio.
-Eres una bazofia.- espetó él mientras su esposa lo miraba desafiante- Si tú no me amas, que así sea. ¡Pero somos (o eramos) una familia!
-Ya no lo seremos más, querido...- dijo con malicia. -Me gustaría poder decirte cuánto lo siento, pero te estaría mintiendo... Y me parece que no me beneficia de ningún modo seguir este engaño. Dile a los niños que no podremos vernos en las vacaciones de invierno, estaré haciendo sky con Viktor en Suiza.
-¿Realmente dejarás a tus propios hijos? No te comprendo, ¡¿Acaso no tienes alma?! ¿Cómo puedes hacerles esto?- gritó el Weasley furioso.
-¿Quieres que sea sincera contigo, Ronald?- se acercó al hombre pelirrojó y acercó su boca a su oreja (a Ron le dio escalofríos)- No me gustan los niños.... Para nada -susurró esbozando una cruel sonrisa y se alejó a largos pasos junto a su búlgaro amante.
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Draco y Ron: Un amor prohibido
FanfictionA pesar de los prejuicios de sus respectivas familias, a pesar de que nadie lo esperaba y a pesar de la terrible rivalidad palpable entre ellos, Ron Billius Weasley y Draco Lucius Malfoy se enamoraron perdidamente. En esta apasionante historia, cono...