Camila.
Voy de camino a mi primer cita con el ginecólogo y lo peor que es mujer, de seguro es una mujer de cuarenta y tantos de años, que asco no quiero que esa mujer me vea ahí -aunque tenemos lo mismo- pero mi mamá decía "tienes que ir, Camila es normal te tienen que revisar" y bla bla bla. Toda su vida se la a pasado en el trabajo, bueno desde que mi papa nos abandono y se llevó a mi hermana con él y hasta ahora mi madre se preocupa por mi.
Pues bien aquí estoy en la sala de espera, muriendo de nervios y mi mamá como siempre pegada a su teléfono arreglando algunos de sus negocios de la empresa de mi abuelo. Cuando por fin cuelga el celular se acerca a mi.
-Camila, hija me tengo que ir- me dice ella de lo mas tranquila.
-¡¿Que!?- grité. Como es que planea dejarme sola con una señora asquerosa.
-Si, mira surgió algo en la empresa tengo que ir- me dio un beso en la mejilla y se fue directo al elevador.
-Pero y si la señora esa me quiere violar o algo- le dije para ver si cabía posibilidad de que no me abandonará. Ella se volteo.
-Tu tranquila, la doctora no esta vieja, tiene 27 años y no te hará nada, además es de confianza me lo recomendó mi amiga- dijo mientras mandaba un mensaje, ¿como hablaba y escribía al mismo tiempo?
Pero claro como si eso me fuese a calmar, es mi primer cita con un ginecólogo y ella me abandona, si que gran madre tengo, felicidades Sinu.
Después de 15 minutos de espera dicen mi nombre y la secretaria de la doctora Jauregui me conduce a su consultorio mientras yo voy rezando todo lo que me se para que no me toque una pedófila.
Lauren.
-Doctora Jauregui aquí esta la paciente de las 5- dijo Ally, mi secretaria y mi mejor amiga
-Que pase- le dije sin quitar la vista de mi computadora.
Cuando por fin levante la vista y me quede embobada al ver a mi sexy paciente y no pude evitar imaginarla de bajo de mi gimiendo mi nombre o más bien gritando mi nombre. La seguí con la mirada en el pequeño trayecto que había entre el escritorio y la puerta, pensando si sus pequeños pechos cabrían en mis manos.
Dios tenía tantas ganas de quitarle esa minifalda rosa, romperle sus bragas y follarla duro en mi escritorio que dudaría que caminaría en días. Pero esos pensamientos se esfumaron cuando la escuche toser falsamente.
-Buenas tardes soy la doctora Lauren Jauregui- me presente -¿Y dime cual es tu problema?
Dio un gran suspiro antes de hablar haciendo que su pecho se inflara y me diera mejor vista de sus pechos y por consecuencia sentí mi centro húmedo.
-Hola, me llamo Camila Cabello y pues yo no tengo ningún problema, lo que pasa es que mi mamá me trajo solo para que checara- dijo un tanto nerviosa.
Bien, le hice un monton de preguntas de rutina para su historial medico y después la hice pasar a un cuarto para que se cambiara por una bata y la pudiera revisar. Pero la verdad quería verle ese culo que se tiene. Cuando estaba lista la revise primero sus pechos para comprobar que todo estuviera en orden. Empecé con el derecho y lo comencé a tocar, era tan suave y encajaban perfectamente en mis mano. No me resistí y le pellizqué el pezón que se puso mas duró de lo que ya estaba y ella dio un brinco de sorpresa y se puso roja, como un tomatito, trate de tranquilizarla diciéndole que era algo de rutina. Hice lo mismo con su otro pezón y cuando termine le dije que se recostara y que abriera sus piernas. Me senté enfrente de ella y casi de me cae la baba cuando veo su centro rosado y depilado, quien lo diría Camila que se ve tan inocente y esta depilada de seguro ya no es virgen, eso me decepciono, pero de todas formas la quería en mi cama.
Con todo el autocontrol que tenía la revise pero justo cuando iba terminar con la revisión...
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Esta historia no es mía la verdadera se llama †-Mi ginecólogo-† {Harry y tu} [hot] [Terminada]
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†Mi Ginecóloga†-[Camren]|adaptada|
Teen FictionJoder no puede ser posible que una niña de 17 años me ponga tan húmeda, pero simplemente no puedo evitarlo desde que la vi la primera vez me dieron ganas de tumbarla en mi escritorio y hacerla mía... Mi peor tortura fue cuando la tuve que revisar, e...