†Mi Ginecóloga†-[Camren]|adaptada|

Capitulo 16

Lauren

- Yo también te quiero- escuche a una voz y yo sabía perfectamente a quien pertenecía. Sonreí sin abrir los ojos- levántate dormilona.- sentí sus labios en los míos.

- No, aquí me quiero quedar- dije agarrándola por la cintura y pegándola a mi todavía no abría los ojos. Escuche como soltaba una pequeña risa.

- Anda levántate o en la noche no habrá mas para ti Michelle- abrí mis ojos de inmediato y me pare con ella en mis brazos.

- Ya me pare- dije como niña buena. Camila solo se río en mis brazos y me dio un beso.

- Vamos a desayunar muero de hambre.

Se metió a bañar, mientras que yo pensaba en lo mucho que quería a mi pequeña. Lo admito la quiero para que mentir en este corto tiempo se ha vuelto una persona muy importante para mi. Anoche le dije " te quiero", pero pensé que no me había escuchado por que se quedo dormida, eso me entristeció por que creí que ella no me quería. Pero sentí una enorme felicidad cuando me despertó diciéndome que me quería.

La vi salir del baño cambiada, ahora yo me metí al baño. Cuando termine baje a la cocina y vi que el desayuno ya estaba listo. Desayunamos. La comida estaba deliciosa y yo a cada rato le decía a Camila que sabia cocinar muy rico y ella solo sonría. Con esa sonrisa que me encantaba ver en su hermosa cara.

Decidimos ir a un pequeño parque que estaba por mi casa, después de desayunar. Llegamos al parque y nos pusimos a caminar agarradas de las manos. La detuve tomándola de la cintura.

- Si sabes que te quiero ¿verdad?- le dije sonriendo.

- Claro, y tu sabes que también te quiero- me respondió.

Le di un gran beso, pero alguien cerca de nosotros tosio falsamente. Levante la mirada y vi que había dos señoras grandes dándoles de comer a las palomas y nos veían con cara de enojadas.

- Estamos en un mundo donde las lesbianas abundan. Y usted señora no esta mayor para besarse con una niña- dijo una de ellas

- Es una lesbiana pedófila- me dijo la otra señora mientras me veía con asco.

Camila y yo nos miramos, y comenzamos a reírnos, nos fuimos corriendo como dos locas tomadas de las manos dejando e ignorando a las señoras. Llegamos a unos columpios y me subí, empecé a balancearme hacia delante y hacia atrás. Camila solo me veía con una sonrisa.

- Vamos amargada súbete.- dije.

- Eres una niña Jauregui- me contesto.

- Si pero, por lo menos no soy amargada.- me reí y seguí jugando.

Vi como se acercaba a mi y me detuve. Se sentó encima de mi. Ahora los dos estábamos en el columpio. Puse mis manos en su cintura y la bese con todo el cariño que le tenia, seguimos el beso por un rato mas hasta que nos quedamos sin aire. Separo su cara de la mía y me miro a los ojos sonriendo, yo hice lo mismo. Se aferro a mi cuello y yo empecé a columpiarme de nuevo con ella encima de mi. Ambos nos la pasamos riendo por un rato mas. Después nos bajamos del columpio y nos tumbamos en el pasto a ver las nubes. Voltee para verla y tenia los ojos cerrados. Se veía tan perfecta y rejada que me dieron ganas de sacarle una foto. Saque mi celular y me acomode aun lado de ella y nos tome una foto. Yo sonriendo y ella con los ojos cerrados. Escucho el sonido de la cámara cuando tome la foto y abrió los ojos, me volteo a ver con cara de querer pegarme pero en vez de eso se rió y tomo mi celular. Nos tomo una foto mientras nos besábamos.

Nos tomamos muchas fotos pero el sonido de un trueno nos espanto a las dos. Comenzó a llover fuerte. Nos paramos y corrimos para no mojarnos pero fue demasiado tarde, íbamos a la mitad del camino cuando ya estábamos empapados. Así que mejor nos pusimos a jugar debajo del agua, mientras reíamos.

- Me concede esta lluvia para besarla señorita- dije haciendo una reverencia.

- Claro, señorita- dijo sonriendo.

Me acerque a ella y la tome por su cintura. Ella puso sus manos en mi cuello, se puso de puntitas y unimos nuestros labios en un cálido y tierno beso.

Nos tuvimos que separar por que empezó a llover mas fuerte, nos fuimos corriendo hasta llegar a la casa. Al llegar nos metimos a darnos una baño juntos pero esta vez no hicimos nada solamente nos acariciábamos ... con ¿amor?

Nos arropamos en la cama juntos.

- Oye este es tu ultimo día de mi castigo y no me pediste nada- dijo como niña pequeña.

- Solo te pediré que me quieras y que nunca me dejes.- dije mientras la abrazaba.

- Dalo por echo.- dijo con un sonrisa.- y eso no lo hare por la apuesta.

Poco a poco las dos nos quedamos dormidas, escuchando como caía el agua en la ventana.